" 宁夏 Níngxià, la tierra de los 回 huí

宁夏 Níngxià, la tierra de los 回 huí

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La 宁夏回族自治区 Níngxià huí zú zì zhì qū, Región Autónoma de la etnia huí de Níngxià, es una de las regiones administrativas equivalentes a provincia más pequeñas de las República Popular China. Si bien no es la región más asociada a la cultura tradicional china, se trata de una región culturalmente rica, considerada como una de las cunas de la civilización china, con importantes yacimientos arqueológicos. Se caracteriza por albergar a la mayor parte de la etnia 回 huí, quienes mayormente profesan la religión musulmana. Ubicada en el 西北 Xī běi, Noroeste de China, es una extensión natural de la provincia de 甘肃 Gānsù, con la que comparte gran parte de su historia. Además, tiene una estrecha relación con la región de Mongolia Interior. La posición geográfica de 宁夏 Níngxià es sumamente interesante no solamente por las posibilidades de intercambio cultural que se han dado históricamente, sino también porque jugó, durante siglos, un rol central en la defensa de China, como lo atestiguan las decenas de fragmentos de murallas de todas las épocas que corta sus tierras.

La comandancia imperial

Si bien hay antiguos yacimientos arqueológicos que muestran la presencia de grupos humanos en las tierras de la actual provincia de 宁夏 Níngxià, muchos de estos primeros asentamientos jugaron un rol marginal en la conformación de China, ya que mayormente fueron conquistados o expulsados por grupos de otras regiones, o sencillamente desaparecieron por otras razones. Uno de los grandes problemas que enfrentaban las dinastías chinas eran las continuas invasiones y saqueos en sus terrenos periféricos. Tanto en los territorios del Norte como del Oeste había grandes grupos nómadas que penetraban en territorios chinos para saquear, ya que eran la potencia más rica en la región y por tanto un blanco irresistible. El reino de 秦 Qín se había fortalecido gracias a administrar gran parte de los territorios de la dinastía 周 Zhōu, que había trasladado su capital hacia el Este, huyendo de los continuos ataques enemigos. Durante los primeros siglos, los reyes de 秦 Qín se habían dedicado a construir fortificaciones y a profesionalizar su ejército, para poder acabar con los grupos nómadas que los atacaban constantemente. Tras varios intentos infructuosos de aniquilarlos, descubrieron que lo mejor era expulsarlos más allá de una barrera natural que, junto con fortificaciones, supusieran una barrera infranqueable para las huestes enemigas. Con sus espaldas al Oeste cubiertas, el rey de 秦 Qín comenzó una campaña de conquista y unificación sobre todos los reinos chinos. Al llegar a 宁夏 Níngxià descubrió el potencial de la región: una gran zona de pastizales perfectos para la alimentación de los caballos del ejército, altas montañas sobre las que podrían construirse cadenas de murallas y un desierto ubicado hacia el Norte, la barrera natural que los enemigos no podrían cruzar fácilmente. Al conquistar este territorio comenzó la construcción de los primeros muros de lo que posteriormente sería la 长城 Cháng Chéng, Muralla China en la región Norte, y estableció una comandancia especial para administrar la región, asegurando así la logística para las tropas. 

Fragmentos de torres y murallas antiguas en 宁夏 Níngxià.

La gran muralla

Este primer reconocimiento como punto estratégico de gran importancia fue retomado por las siguientes dinastías, que continuaron manteniendo, agrandando y fortificando las zonas amuralladas. Pronto todo el territorio de 宁夏 Níngxià contó con diversos tramos de murallas erigidos durante el mandato de diversos emperadores que van desde el primer emperador de la dinastía 秦 Qín (221-206 a.e.c.), hasta tramos construidos y restaurados durante las dinastías 明 Míng (1368-1644 e.c.) y 清 Qīng (1636-1912 e.c.). Durante algunos momentos clave, cuando la Ruta de la Seda se encontraba en su máximo esplendor, la fortificación y mantenimiento de tropas en esta región para evitar invasiones o saqueos provenientes de Mongolia fue especialmente importante. La alargada provincia de 甘肃 Gānsù era un gran pasillo, ruta obligada en el comercio con China, y las únicas dos entradas para saquear los convoyes de comerciantes eran los puntos previos a la puerta de entrada en 甘肃 Gānsù, por ejemplo, en la actual 新疆 Xīnjiāng donde había patrullas y ciudades amuralladas, pero no grandes fortificaciones que impidieran el paso, o en 宁夏 Níngxià, atravesando la zona desértica más estrecha de Mongolia hacia China. 

Puerta de entrada a la zona del imperio protegida por murallas, provincia de 甘肃 Gānsù.

Los nuevos habitantes

La caída de la dinastía 唐 Táng (618-906 e.c.) produjo un período de casi 60 años de continuas guerras por el trono imperial conocido como las Cinco Dinastías y los Diez Reinos (907-960 e.c.), uno de los períodos más sangrientos de la historia antigua de China. De hecho, quienes lograron sobrevivir como funcionarios o militares a este período ganaron un gran renombre, como 范质 Fàn Zhì, el sobreviviente de las cinco dinastías, ya que lo normal era ser víctima de un reino rival. Estas constantes luchas internas causaron que las fortificaciones de 宁夏 Níngxià se vieran casi abandonadas. Al ser el territorio principalmente desértico (a excepción de la zona de pastizales), con una predominancia de montañas y precipicios, no era un área económica crucial para ningún reino en pugna por el trono. Tampoco había una gran confederación mongola que amenazara con cruzar el desierto y conquistar China, ya que las tribus mongolas estaban en una gran guerra que solo hacía más que fragmentarlos y debilitarlos. En este contexto de región casi abandonada, pueblos de tradición tangut que viajaban por la Ruta de la Seda comerciando encontraron en 宁夏 Níngxià su nuevo hogar y fundaron la dinastía 夏 Xià occidental. 

Funcionarios tangut.

La nueva dinastía de 宁夏 Níngxià obtuvo una primera época de bonanza, nutriéndose del comercio de la Ruta de la Seda, especialmente a partir de que la dinastía 宋 Sòng (960-1279 e.c.) se hiciera con el trono imperial. No obstante, desde el Imperio 宋 Sòng se veía a los vecinos del Norte como usurpadores de una tierra que les pertenecía y no los consideraban aliados. Probablemente la única razón por la que no se lanzó una gran campaña de reconquista del territorio de 宁夏 Níngxià estuvo asociado a que uno de los grupos del Norte había ganado un gran poder económico y militar y comenzaba a ser una verdadera amenaza para China: la dinastía 金 Jīn, conformada por una familia real de etnia manchú que había acabado con el gobierno de la etnia khitan procedente de Mongolia. De hecho, el desmembramiento del gobierno khitan sobre las tribus mongolas quitaba presión sobre 宁夏 Níngxià, ya que no existían tropas lo suficientemente grandes como para invadir por ese punto.

Mientras el Imperio 宋 Sòng luchaba contra los 金 Jīn en el actual Norte de China, un líder mongol consiguió unificar, o destruir, a todas las tribus mongolas bajo su Estandarte de 9 pelos de yak: Genghis Khan. Con sus huestes provenientes del corazón mismo de Mongolia su primer objetivo fue conquistar 宁夏 Níngxià, puerta de entrada a todo el Imperio 宋 Sòng. Al recibir los primeros ataques mongoles, la dinastía 夏 Xià occidental envió emisarios a 宋 Sòng pidiendo socorro y buscando firmar alianzas económicas y militares. No obstante, en 宋 Sòng esto se vio como una oportunidad para dejar morir a un enemigo y además no estaban en posición de intervenir en otro conflicto, ya que estaban en constante retroceso contra la dinastía 金 Jīn y tampoco esperaban que las huestes mongolas pretendieran penetrar mucho más allá que 宁夏 Níngxià. 

Maza de guerra de la dinastía 夏 Xià occidenta.

Tras acabar con el pueblo tangut, los mongoles acabaron con los 金 Jīn y luego continuaron penetrando el territorio en dirección Sur hasta acabar con los 宋 Sòng. Tras conquistar China, Kublai Khan, nieto de Genghis Khan, fundó la dinastía 元 Yuán (1279-1368 e.c.). Desde la conquista mongola de 宁夏 Níngxià, musulmanes provenientes del Oeste comenzaron a instalarse en la región, llevando consigo gran parte de su cultura, pero también fusionándose con la cultura tradicional de la región y dando origen a la concepción actual de etnias como la 回 huí, personas con un fenotipo intermedio entre túrquico y 汉 hàn, practicantes de la religión musulmana. Para la dinastía 清 Qīng (1636-1912 e.c.) no solo eran un grupo asentado en la región, sino también muy famosos por algunos de sus sofisticados productos tradicionales, como las alfombras, que se exportaban no solo a toda China, sino también al mundo entero.

Extremismo religioso

Cuando las tropas imperiales 清 Qīng se enfrentaron al Movimiento del Reino Celestial de la Gran Paz (1851-1864) en el Sur de China, un movimiento cristiano chino que había acabado con un grupo de campesinos independizándose del imperio, algunos grupos musulmanes de 宁夏 Níngxià vieron oportunidades similares para resistir la opresión cultural que estaba impulsando la última dinastía de China. La 同治回乱 Tóng zhì huí luàn, Revuelta Huí contra el emperador Tóngzhì (1862-1877) fue un importante movimiento en la región. A diferencia de su contraparte cristiana en el Sur, los grupos musulmanes no tenían una cabeza central ni un objetivo claro y, de hecho, grupos de bandidos regionales comenzaron a disputarles el gobierno de 宁夏 Níngxià y las provincias cercanas. Aunque en los primeros años consiguieron hacer frente de forma relativamente unificada a los 清 Qīng, las luchas internas y el no tener una clara oposición al gobierno imperial, sino más bien un deseo de gobernar la región, los hicieron presa fácil de las tropas imperiales 清 Qīng. A raíz de las contiendas, la provincia de 宁夏 Níngxià perdió alrededor del 70% de su población y la etnia 回 huí se vio reducida a números cercanos a su desaparición. Además, muchas familias de etnia 汉 hàn que habían habitado la región durante siglos decidieron abandonarla, porque se habían producido matanzas hacia su grupo étnico por parte de los 回 huí durante la revuelta. 

Representación de las tropas de caballería imperiales retomando una zona sublevada.

Familia de señores de la guerra

Tras la revolución de 1911, que acabó con milenios de régimen imperial en China, el nuevo gobierno republicano decidió fusionar la pequeña provincia de 宁夏 Níngxià con su vecina provincia de 甘肃 Gānsù, argumentando que en realidad desde un punto de vista geográfico la administración conjunta era más eficiente. Desde la fusión en 1914, el general 马鸿逵 Mǎ Hóngkuí se hizo con el control de ambas provincias unificadas. Aunque había sido allí designado para comandar las tropas de defensa provinciales, al inicio de la Era de los señores de la guerra (1916-1928), ejerció un control total de la provincia, ganándose el apodo de 宁夏王 Níngxià wáng, rey de Níngxià. Reclutó y entrenó ferozmente tropas para defender su pequeño feudo, colocó a toda su familia en cargos militares y de gobierno provincial, creando una verdadera familia de señores de la guerra que expoliaban a la población local para su beneficio. Al ser de etnia 回 huí y practicante musulmán, la familia 马 Mǎ conseguía cierto reconocimiento del grupo étnico y los practicantes de la religión locales que los consagraba en el poder.

Aprovechando los sentimientos religiosos y las disputas familiares internas otros señores de la guerra alentaron luchas regionales, que se justificaron como reivindicaciones musulmanas, pero que en realidad eran formas de desestabilizar a la familia de señores de la guerra con luchas internas por ver quién era un mayor fanático religioso. Esto marcaría parte de la historia de la provincia años más tarde.

En 1928, cuando el general nacionalista 蒋介石 Jiǎng Jièshí (Chiang Kai-Shek) decidió aliarse con los señores de la guerra en lugar de enfrentarlos, ordenar la ejecución de los comunistas, hasta entonces sus aliados, y asegurarse el nombramiento de presidente, en lugar de contar con elecciones abiertas y limpias, la familia 马 Mǎ fue una de las invitadas a formar parte del país. A cambio de reconocer al general 蒋介石 Jiǎng Jièshí como presidente, ellos podrían continuar gobernando su feudo provincial. Además, se dio marcha atrás con el proyecto de unificación provincial y 宁夏 Níngxià volvió a ser otra provincia del país.

El general 蒋介石 Jiǎng Jièshí con los dos señores de la guerra más importantes de la familia 马 Mǎ a izquierda y derecha.

La provincia se transformó en un hervidero de comunistas cuando la 长征 Cháng zhēng, Larga Marcha, una retirada estratégica de las fuerzas comunistas del asedio nacionalista, alcanzó la región. En 1938, no obstante, la provincia se transformó en un importante puesto de avanzada contra el Reino títere de Manchuria, cuando nacionalistas y comunistas firmaron un tratado de paz para enfrentar a las tropas de invasión japonesas. No obstante, la familia de señores de la guerra 马 Mǎ fue una de las que más tiempo permaneció en el poder, ya que consiguieron perpetuarse hasta 1949, cuando el Ejército Popular de Liberación alcanzó 宁夏 Níngxià y la familia huyó.

A pesar de haber abandonado la provincia, la familia 马 Mǎ se las arregló para seguir dañando la región después de décadas sin volver. Entre 1950 y 1958, mientras en la República Popular China se evaluaba la posibilidad de otorgarle a 宁夏 Níngxià el gobierno autonómico, los 马 Mǎ contactaron a antiguos seguidores para organizar un levantamiento disfrazado de movimiento de libertad religiosa. El movimiento fue un fracaso y rápidamente quedó claro que se trataba de un movimiento que no buscaba promover la conservación de la religión musulmana, sino derrocar al gobierno regional en favor de los 马 Mǎ en el exilio. En 1958, se aprobó formalmente el establecimiento de la Región Autónoma de la etnia huí de Níngxià, lo que acabó completamente con las tensiones regionales, ya que no quedaban seguidores de la familia 马 Mǎ y quedaban despejadas cualquier duda sobre la preservación de la cultura y tradiciones de la etnia 回 huí.

La última ofensa de los 马 Mǎ

Durante el gobierno de la familia 马 Mǎ, se encontraron importantes objetos arqueológicos de las dinastías 唐 Táng (618-906 e.c.) y 宋 Sòng (960-1279 e.c.), algunos de los cuales han sido fundamentales para comprender el rol que esta región cumplió en esos períodos. Entre las piezas hay incluso objetos que pertenecieron al emperador 真宗 Zhēnzōng de 宋 Sòng. Como la familia de señores de la guerra administraba la región como su reino, todas estas piezas terminaron en posesión de distintos familiares y no de instituciones gubernamentales como museos o centros de investigación. Estos objetos nunca fueron anunciados al mundo y se encontraban en la casa de los 马 Mǎ, adornando tímidamente algún rincón o estantería. Cuando la familia abandonó la provincia perseguidos por el Ejército Popular de Liberación, se llevaron consigo estas piezas arqueológicas a sus casas en 台湾 Táiwān, donde el general 蒋介石 Jiǎng Jièshí les ofreció refugio. Ni siquiera allí revelaron el secreto. Tras la muerte del general 马鸿逵 Mǎ Hóngkuí en 1970, su viuda decidió entregar estas piezas al general 蒋介石 Jiǎng Jièshí, para que ahora pasaran a ornamentar su casa. Con algo de mejor criterio, 蒋介石 Jiǎng Jièshí no hizo de estas piezas su propiedad personal y las incorporó al Museo Nacional del Palacio de Taipei, un museo creado para preservar todos los objetos arqueológicos sustraídos de otras provincias chinas a raíz de la guerra.

Vino contra la pobreza

Durante décadas, 宁夏 Níngxià fue una de las provincias más pobres de China. A pesar de varios esfuerzos gubernamentales cambiando sus límites y fomentando diferentes emprendimientos, no fue posible acabar con la miseria. La geografía montañosa y compleja, con un clima desértico en el que es difícil cultivar no eran buenos aliados. Además, aunque contiene importantes recursos mineros, palidecía en comparación con otras provincias con incluso mayores fuentes mineras o mejor conectadas al resto del país. 

Una campesina cultivando bayas goji.

Uno de los cultivos tradicionales son las bayas goji, utilizadas en medicina tradicional china, pero también un acompañamiento infaltable en las mesas chinas. Aunque la planta crece bien en 宁夏 Níngxià, reporta pocos ingresos a los agricultores, porque es muy barata y también se produce en otras partes del país con la misma calidad. Tras mucho estudiar la región, se decidió introducir una variedad de uvas perfecta para el clima local. Esto representaba todo un desafío, porque los agricultores no sabían nada sobre el cultivo de uvas y no había una demanda muy grande de uvas nacionales en el país. No obstante, los rendimientos fueron excelentes y pronto un gran número de racimos de uvas de 宁夏 Níngxià inundaron el mercado chino. Al tratarse de una fruta que se paga mucho más cara que las bayas goji, pronto los agricultores vieron multiplicados sus ingresos. Además, las uvas eran muy superiores a algunas variedades muy caras provenientes del extranjero, por lo que se produjo una gran demanda de uvas de 宁夏 Níngxià que alentó a más granjeros a adoptar los cultivos. Programas educativos para la producción de uvas fueron fundamentales para que los campesinos alcanzaron los más altos rendimientos. 

Cultivos de uvas para vino en 宁夏 Níngxià.

A partir de un punto, las producciones eran tan altas que fue necesario comenzar a pensar en formas de conservación de las uvas. Una de las primeras ideas fue producir vino, una de las típicas formas de transformar uvas que se pudren al cabo de pocos días en una bebida que se conserva por décadas. No obstante, el mercado chino no es muy consumidor de vinos y era irreal pensar que pequeñas vinerías de 宁夏 Níngxià sin experiencia podrían competir contra renombradas compañías internacionales. La producción de vino fue acompañada con planes de difusión de la cultura vinera, promocionando su consumo y transformándolo en un atractivo único de la provincia. En pocos años 宁夏 Níngxià, una de las provincias más pequeñas de China se transformó en uno de los principales productores de vino de China, alcanzando un cuarto de la producción nacional.

Al ver el éxito de los primeros vinos artesanales algunas compañías vinícolas chinas decidieron invertir fuertemente en la provincia, ya que veían potencial. De hecho, no solo las compañías de vino vieron la mina de oro que se estaba gestando, la Corporación de Petróleo y Química de China, la mayor petrolera del país, también realizó una fuerte inversión en los viñedos. Incluso el gigante de los electrodomésticos chino Midea compró campos en 宁夏 Níngxià para producir uvas para vino. La bebida cada vez es más consumida en el país, y aunque todavía es un porcentaje bajo de la población, ya es suficiente para contribuir a la erradicación de la pobreza en lugares como 宁夏 Níngxià, donde se vieron multiplicados los ingresos de forma exponencial en pocos años. 

Viñedos de 宁夏 Níngxià.

La otra parte de China

Normalmente el turismo internacional no contempla a 宁夏 Níngxià como un destino obligado en China. No obstante, la creciente industria vinícola, que incluye visitas a las regiones de cultivo, degustaciones, hostelería rural y contacto con la cultura tradicional 回 huí no hace más que crecer. Además, para los amantes de la historia, regiones como las tumbas de la dinastía 夏 Xià occidental, las montañas 贺兰 Hè lán, las 一百零八塔 Yī bǎi líng bā tǎ, 108 estupas o incluso las grutas 须弥山 Xū mí shān (clasificadas como unas de las 10 mejores del país) son atractivas visitas alejadas de las multitudes de los lugares famosos de otras regiones del país. El Museo provincial y el Museo de la Gran Muralla cuentan con piezas únicas que solo pueden verse visitando la región. El PBI provincial sigue siendo de los más bajos de China, lo que lo transforma en un destino muy barato, además de ideal para los amantes de la aventura, pero también es uno de los que más rápido ha crecido en los últimos años. Sin dudas 宁夏 Níngxià tiene todavía mucho potencial por desarrollar. 

Las misteriosas 108 estupas.

(1) China's Ningxia enacts regulation to protect Great Wall

(2) Ningxia wine well known around the world thanks to ideal natural conditions, innovation and scientific management

(3) Wine Tasting @ Crowne Plaza Guangzhou City Centre

(4) Upgrades help goji berries lift people out of poverty in Ningxia

(5) China pictorial: A Decade in Pictures 

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