" La bandera que ondea más alta: la Fuerza Aérea

La bandera que ondea más alta: la Fuerza Aérea

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Existe una continuidad histórica sorprendente en muchos aspectos de China, que permite que para cuestiones modernas debamos remontarnos a la antigüedad. Por ejemplo, las tropas de tierra modernas tienen sus orígenes en las reformas imperiales de la dinastía 清 Qīng (1636-1912 e.c.), las cuales se conformaron sobre la base de una estructura militar más antigua. No obstante, si hay un aspecto militar que es el orgullo de la Nueva China y que tiene un origen realmente reciente ese es la Fuerza Aérea. Obviamente las fuerzas del aire no tienen una base en la antigüedad porque se trata de cuerpos modernos creados a partir del desarrollo de la aviación; durante décadas China luchó por establecer una Fuerza Aérea nacional y sufrió terriblemente las consecuencias de que otros países dominaran los cielos del país del Río Amarillo. Por esta razón, la 中国人民解放军空军 Zhōng guó rén mín jiě fàng jūn kōng jūn, Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China es uno de los máximos orgullos nacionales, creado completamente de cero y prácticamente sin ayuda de otras naciones. 


Vientos del Oeste

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) quedó claro que la aviación sería una parte importante de las guerras del futuro y que había todo un camino por recorrer. En pocos años, los aviones habían pasado de ser meras herramientas de reconocimiento de las posiciones enemigas o de asedio limitado a granadas arrojadas de forma manual hasta llegar a participar en grandes batallas aéreas en los que habían surgido auténticos ases del aire. China, que venía de una época de constantes invasiones extranjeras, era un país que no deseaba quedarse atrás y dejar sus cielos a merced de posibles enemigos. Por esta razón, en plena guerra entre los señores de la guerra y los Partidos Comunista y Nacionalista, el presidente 孙中山 Sūn Zhōngshān (Sun Yat-sen) decidió establecer la primera escuela de aviación. El plan era formar a los primeros pilotos chinos para que ayudaran a vencer a los señores de la guerra que ocupaban y gobernaban como feudos gran parte del país, ya que ninguno de ellos contaba con aviones, y además sentar las bases para la creación de la Fuerza Aérea Nacional que sería establecida una vez se liberaran todos los territorios. Así, en 1924 abrió la primera Escuela de Aviación en 广州 Guǎngzhōu. 

Con una visión a corto plazo, los señores de la guerra adquirían solo material terrestre, como este tanque Renault FT, y nunca pensaban en formar una Fuerza Aérea nacional.

Primeros vuelos

Tras un año de clases en la Escuela de Aviación de 广州 Guǎngzhōu, 18 estudiantes graduados fueron becados para continuar su formación en la Unión Soviética. Como el país estaba sumido en plena guerra civil contra los señores de la guerra, los Partidos Comunista y Nacionalista habían firmado importantes pactos de amistad para enfrentarse de forma conjunta a estos señores de la guerra y establecer las bases de una república democrática. Por esta razón, los estudiantes becados fueron 9 miembros del Partido Comunista de China y 9 miembros del Partido Nacionalista. Por dos años, los 18 estudiantes recibieron entrenamiento avanzado en aviación.

Tras la graduación en la Unión Soviética, dos estudiantes obtuvieron la matrícula de honor y tuvieron la posibilidad de servir en la Fuerza Aérea Soviética: 常乾坤 Cháng Qiánkūn y 王弼 Wáng Bì. Los jóvenes pilotos aceptaron la oferta debido a que la República de China no contaba realmente con aviones de guerra y la oferta los habilitaba a ganar experiencia militar real que luego podrían llevar de vuelta a China, una vez se adquirieran los primeros aviones. La estadía de estos pilotos chinos en la Unión Soviética se prolongó más de lo que les hubiera gustado, ya que en 1927, el general 蒋介石 Jiǎng Jièshí (Chiang Kai-Shek) del Partido Nacionalista decidió traicionar a los miembros del Partido Comunista de China y aliarse con los señores de la guerra. Por lo tanto, comenzó una persecución a los comunistas y el establecimiento de la Fuerza Aérea nacional se retrasó. Luego, en 1931, Japón comenzó su campaña de invasión sobre China y aunque los aviones japoneses dominaban los cielos chinos, las tropas nacionalistas estaban más centradas en perseguir a los reductos comunistas en el interior del país que en forjar una Fuerza Aérea para evitar el dominio japonés en el aire.

En el filme Norman Bethune, la forja de un héroe (1990), al ver aviones sobrevolando los cielos de China lo primero en lo que piensan los personajes es en aviones japoneses.

En 1937, luego de que un grupo de generales nacionalistas convencieran al general 蒋介石 Jiǎng Jièshí a punta de pistola de firmar la paz con el Partido Comunista de China y enfrentarse a las tropas de invasión japonesas, comenzó a plantearse nuevamente la necesidad de contar con pilotos chinos. Los bombardeos aéreos japoneses estaban causando grandes daños no solo en el frente de batalla, sino que estaban acabando con muchas grandes ciudades chinas, y una de las mejores formas de repeler estos bombardeos era contar con aviones capaces de interceptarlos y atacarlos. Así, en 1938, 常乾坤 Cháng Qiánkūn y 王弼 Wáng Bì regresaron a China y establecieron un centro de formación de pilotos en la provincia de 新疆 Xīnjiāng en el extremo Oeste del país, lo más alejado posible del frente de batalla en la costa Este. 

常乾坤 Cháng Qiánkūn y 王弼 Wáng Bì.

Los pilotos 常乾坤 Cháng Qiánkūn y 王弼 Wáng Bì eran importantes miembros del Partido Comunista de China desde 1924, y por esta razón, respondían a los mandos comunistas. En 1940, ambos fueron transferidos a la ciudad de 延安 Yán'ān, donde se encontraba el centro de mando militar comunista. Allí, en 1941, establecieron la Escuela de Ingeniería de la Fuerza Aérea, aunque no contaban ni con aviones ni con aeródromos en la región. Los únicos aviones disponibles en la República de China eran algunos antiguos modelos que habían sido donados por ser obsoletos, algunos pocos aviones que se habían podido comprar con no poco esfuerzo (a veces con donaciones de la población civil) y algunos aviones modernos que habían sido donados tras ser utilizados en batallas contra Japón (como por ejemplo los bombarderos B-24 que atacaron suelo japonés en respuesta al ataque de Peal Harbor). 

En la serie documental 亚太战争审判 Yàtài zhànzhēng shěnpàn, Juicios por crímenes de guerra en Asia y el Pacífico (2020) se narra el destino de los bombarderos estadounidenses que atacaron Japón y fueron entregados a China.

Agentes dobles

En el Noreste de China, las fuerzas de invasión japonesas establecieron el Reino de Manchuria, un Estado títere de sus intereses en la región. Como el reino se encontraba altamente militarizado por fuerzas japonesas y era una de las bases para la expansión de la invasión en el Norte de China, se construyeron varios aeródromos y se asignaron pilotos y personal de apoyo japonés junto con sus máquinas de guerra. No obstante, con el avance de la guerra, que en suelo chino representaba una terrible sangría para las tropas japonesas debido a la gran resistencia militar y popular que encontraban, comenzaron a necesitar personal adicional. Por esta razón, comenzaron a contratar y a formar a chinos para realizar tareas de reparación y mantenimiento de los aviones y los aeropuertos militares. Aunque esto podría verse como una forma de colaboracionismo con las fuerzas de invasión japonesas, en cuanto el personal chino tuvo la oportunidad, saboteó las operaciones aéreas japonesas y fueron una pieza fundamental para la victoria china en la región. Tras la rendición japonesa, el personal chino formado por los japoneses salvaguardó el material y las instalaciones, y las entregó al Ejército de China. En 1946, se estableció la 东北老航校 Dōngběi lǎo háng xiào, Vieja Escuela de Aviación del Noreste en la provincia de 吉林 Jílín, aprovechando el material y el personal capturado a los japoneses. Para 1949, la escuela había entrenado a 126 pilotos y 435 personas como personal de apoyo terrestre. No obstante, aunque contaban con algo de material japonés abandonado, se trataba de unos pocos aviones desactualizados que además no contaban ya con repuestos y no suponían una verdadera Fuerza Aérea sino servían tan solo como aviones de práctica. 

Con caballos, el personal de la 东北老航校 Dōngběi lǎo háng xiào, Vieja Escuela de Aviación del Noreste mueve los aviones abandonados por los japoneses para utilizarlos como repuesto.

En el resto del país, algunos aviones remanentes de la Guerra de resistencia contra la agresión japonesa (1931-1945), especialmente aviones estadounidenses, conformaban una pequeña fuerza que no era capaz de guardar los cielos de China. Durante los años de resistencia, los pocos aviones disponibles se habían utilizado para intentar proteger la capital provisoria de 重庆 Chóngqìng, aunque debido a la falta de maquinaria y la inexperiencia de los pilotos, los resultados habían sido satisfactorios pero limitados. Tras la victoria sobre Japón, los Partidos Comunista y Nacionalista comenzaron una serie de negociaciones para evitar volver a una guerra civil y establecer de forma conjunta un país, donde hubiera espacios de participación democrática para ambos. No obstante, temiendo poder ser desplazado del poder, el general 蒋介石 Jiǎng Jièshí decidió romper las negociaciones, y en parte confiando en que sus escasos aviones eran una fuerza superior que los prácticamente inexistentes aviones comunistas, reanudó la guerra civil en 1946. 

La 东北老航校 Dōngběi lǎo háng xiào, Vieja Escuela de Aviación del Noreste es hoy en día un museo de la aviación.

La decisión que cambió la Nueva China

Entre 1948 y 1949, el Ejército Popular de Liberación de China, bajo el comando del Partido Comunista de China, consiguió ingresar en las ciudades de 北京 Běijīng y 天津 Tiānjīn, en el Norte de China. Tras la liberación de estas ciudades, gran parte de los operativos de liberación del país se desplazaron allí, para continuar viajando en sentido Sur, liberando las ciudades a su paso. 

Las tropas del Ejército Popular de Liberación de China ingresando en 北京 Běijīng.

El 4 de mayo de 1949, seis aviones B-24 que habían sido adquiridos para la lucha contra las tropas de invasión japonesas bombardearon el aeropuerto de 北京 Běijīng. El objetivo del general 蒋介石 Jiǎng Jièshí era asegurarse el completo dominio aéreo, denegando cualquier maquinaria o estructura que sus tropas abandonaran. Este ataque llevó al presidente 毛泽东 Máo Zédōng a darse cuenta de la importancia que la Fuerza Aérea tendría en los siguientes enfrentamientos, así que se reunió con los principales líderes militares para establecer formalmente la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China. Además, las primeras grandes victorias habían infundido confianza en los líderes comunistas, que comenzaron a pensar que, tras la fundación de la Nueva China, necesitarían resolver el problema de la falta de un ejército del aire.

En febrero de 1949, tras la negativa del buque insignia 重庆 Chóngqìng a participar de la guerra civil y su posterior huida del frente de batalla, bombarderos B-25 nacionalistas lo persiguieron y atacaron hasta dejarlo inutilizado. El 重庆 Chóngqìng consiguió llegar a un puerto en el Norte de China y unirse al Ejército Popular de Liberación de China, sentando así las bases de la futura Armada del país. No obstante, nuevamente la superioridad aérea nacionalista mostró la importancia de la aviación.

En marzo de 1949, se estableció la Oficina de Aviación de la Comisión Militar en 北京 Běijīng, con los famosos pilotos entrenados en la Unión Soviética 常乾坤 Cháng Qiánkūn y 王弼 Wáng Bì como máximas figuras. Su tarea sería organizar la Fuerza Aérea sobre la base del equipo capturado en la liberación de las ciudades, reparando los aviones y aeropuertos y formando al personal necesario.

En julio, tras descubrir que había espías nacionalistas en 北京 Běijīng intentando encontrar la ubicación exacta del presidente 毛泽东 Máo Zédōng para realizar un bombardeo, el primer ministro 周恩来 Zhōu Ēnlái ordenó fusionar la Oficina de Aviación con el 14° Cuerpo del Ejército Popular de Liberación para formar la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación.

La fundación de la República Popular de China se estableció para el 1° de octubre de 1949, con un gran desfile, discursos inaugurales y el primer izamiento de la nueva bandera de China, una de las banderas más democráticas del Mundo, elegida tras un concurso internacional. Como la ubicación exacta de la residencia del presidente 毛泽东 Máo Zédōng no había podido ser encontrada, el general 蒋介石 Jiǎng Jièshí dio órdenes de organizar un bombardeo a gran escala sobre 北京 Běijīng el día de la fundación. Aunque los bombarderos llegaron a cargar las bombas e incluso a colocarse en las pistas listos para despegar, un llamado de último momento consiguió detener la masacre civil. A día de hoy no queda claro por qué las órdenes fueron canceladas. 

En el filme 决胜时刻 Jué shèng shí kè, El momento decisivo (2019) se representa la infiltración de espías nacionalistas.

A pesar de que el terrible bombardeo de octubre no se produjo, la noticia llegó a los mandos militares comunistas tras la captura de espías nacionalistas que habían colaborado en la preparación del ataque. La decisión de cancelar el bombardeo no solo impidió la muerte de civiles inocentes, sino que también llevó a que se redoblaran esfuerzos para conseguir que la Fuerza Aérea comenzara a operar y defender los cielos del país. El 11 de noviembre de 1949, quedó formalmente establecida la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación, con su personal y rangos asignados y en operaciones.

La primera prueba de fuego

Tras la liberación de todas las ciudades continentales, se establecieron los mandos en las diferentes regiones geográficas del país, para comenzar a trabajar en las tareas de defensa de las fronteras y el cielo. Con el estallido de la Guerra de Corea (1950-1953), bombarderos estadounidenses comenzaron a atacar las posiciones enemigas en la península. Persiguiendo las líneas de suministro coreanas, los bombarderos atacaron un pueblo chino en la frontera: 丹东 Dāndōng. Este ataque sobre China reavivó el miedo de la vuelta a los períodos de invasiones extranjeras que habían comenzado en 1939 con las Guerras del Opio. Como respuesta, no solo tropas chinas cruzaron las fronteras, sino que la Fuerza Aérea tuvo un rápido crecimiento. Para las nuevas unidades, se adquirieron aviones Mikoyan-Gurevich MiG-15, renombrados JJ-2.

Mujeres piloto en 1952.

Además de adquirir material extranjero, se estableció la 沈阳飞机工业 Shěnyáng fēi jī gōng yè, Industria aeronáutica de Shěnyáng, en la provincia de 辽宁 Liáoníng, que comenzó a fabricar JJ-2 nacionales. Aunque estos aviones eran inferiores a los modernos cazas estadounidenses que sobrevolaban Corea, fueron una pieza fundamental en la guerra y mostraron ser especialmente mortíferos en combate.

La ruptura soviética

Uno de los problemas con los que se estaba encontrando la Fuerza Aérea era que el objetivo final de establecer escuelas de formación de personal y fábricas militares capaces de construir modernos aviones sin la necesidad de la ayuda soviética. Aunque al principio la ayuda fue fundamental para formar pilotos y adquirir máquinas, los especialistas soviéticos no revelaban todos los secretos de sus máquinas y estrategias a los estudiantes chinos. De esta forma, constantemente existía la necesidad de enviar estudiantes a la Unión Soviética, contratar expertos soviéticos y comprar repuestos y maquinaria soviética. Esto, además de ser ineficiente, iba en contra de las ideas de desarrollo nacional chino. La situación se agravó cuando, en la década de 1960, la Unión Soviética retiró a todos sus asesores de China y les negó información y material, aislándolos aún más del Mundo. Para ese momento, modelos soviéticos más modernos de los aviones a reacción ya se fabricaban en el territorio, pero sin los asesores y la maquinaria importada no podía continuar la producción. 

Avión J-5 de fabricación china. Este avión en particular fue utilizado en la filmación de la película 长空雄鹰 Chángkōng xióng yīng, Aguila del cielo (1976), ahora parte del Museo del cine de 长春 Chángchūn. Fotografía por China desde el Sur, año 2019.

A pesar de los problemas, la producción de aviones nacionales siguió, aunque a un menor ritmo debido a la falta de materias primas y los grandes problemas de producción nacional. Además, gran parte de los recursos militares se centraron en el desarrollo de cohetes, que tras la escalada atómica mundial comenzaron a ser vistos como el arma perfecta de disuasión. 

孙家栋 Sūn Jiādòng, el padre de los cohetes chinos que hoy defienden su nación y surcan el espacio.

Tropas sin bandera

A diferencia de lo que ocurre con las tropas de tierra o en los buques de guerra, los aviones no portan banderas. Por lo tanto, durante años no se pensó en una bandera que representara a la Fuerza Aérea. Los aviones sencillamente eran decorados con la bandera nacional y con la bandera del Ejército Popular de Liberación y con eso ya se contaba con un distintivo suficiente. 

En 1991, el Comité Permanente de la Comisión Militar Central propuso revisar y rediseñar todas las banderas militares para unificarlas ya que dentro de las tropas había unidades con banderas muy disímiles y otras, como la aviación, ni siquiera tenían una propia. Finalmente, el 5 de septiembre de 1992, se anunció el nuevo juego de banderas para todas las fuerzas. Para todos los brazos del ejército, la mitad superior sería igual, tomando el diseño de la bandera del Ejército Popular de Liberación, mientras que la mitad inferior cuenta con diferencias en colores y patrones para identificar a cada una de las fuerzas. En particular, la bandera de la Fuerza Aérea cuenta con el color celeste en la parte inferior, representando a los cielos de China. La bandera representa el afán de la Fuerza Aérea por defender con sus alas los cielos de la nación. 

El orgullo de China

Desde los primeros pilotos formados en China, desde el primer avión fabricado en China, hasta la actualidad, el sueño chino ha sido contar con una Fuerza Aérea moderna, potente e independiente. Tomó décadas su desarrollo, pero en los últimos años los pilotos chinos han comenzado a ser reconocidos como algunos de los más experimentados, con gran cantidad de horas de vuelo y acostumbrados a trabajar con lo último en tecnología, así también como los aviones chinos, que son algunos de los más avanzados en el mundo. Los pilotos de combate son el gran orgullo de China, formados en su propio país pilotando aviones de fabricación completamente nacional. Son un símbolo de la modernidad, que contrasta con aquellas viejas unidades militares desactualizadas del pasado. Las redes de radares y los aviones de China protegen los extensos cielos del país, asegurándose que los ataques a su población sean solo una cosa del pasado que se estudia en los libros de historia y se representa en las películas.

Poster promocional de 长空之王 Cháng kōng zhī wáng, Reyes de los vastos cielos (2023), una película sobre la modernización de la Fuerza Aérea.

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