" La defensa de Vietnam en manos de mercenarios

La defensa de Vietnam en manos de mercenarios

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Tras la derrota de 1873 de Francia en Vietnam frente a las tropas de los Banderas Negras dirigidas por el general 刘永福 Liú Yǒngfú las aspiraciones expansionistas de Francia sobre Vietnam y el Sur de China parecieron moderarse. Como ya había ocurrido con las Guerras del Opio (1839-1860), la firma de un tratado desigual que establecía una colonia en suelo extranjero había detenido la guerra. Vietnam gozaba de una relativa paz, a pesar de tener una parte de su territorio ocupada por la Colonia Francesa de la Conchinchina, y el Imperio 清 Qīng (1636-1912 e.c.) estaba más centrado en sus reformas internas y conflictos diplomáticos con Japón que en asegurar la protección de Vietnam, un territorio vasallo.

El cuerpo expedicionario de Tonkín

En 1883, poco más de 9 años después de la legendaria victoria china, arribaron a la Colonia Francesa de la Conchinchina un gran número de tropas al mando del general Alexandre-Eugène Bouët (1833-1887). El general Bouët rápidamente comenzó a realizar entrenamientos militares sobre el terreno y descubrió que el equipamiento francés no era apto para el clima de Vietnam. Cambió el uniforme reglamentario por ropas más ligeras y ordenó pintar los cascos, que originalmente eran blancos, para que pudieran camuflarse más fácilmente en la espesa jungla vietnamita. Al principio las nuevas unidades se apostaron en los puertos franceses, en lo que parecía ser simplemente un refuerzo para disuadir a piratas y vándalos. Sin embargo, el general Bouët se estaba preparando para invadir el resto de Vietnam y derrotar a los Banderas Negras.

Confiar en el mejor estratega

Tras las batallas de 1873, la casa real de Vietnam había ordenado al general 刘永福 Liú Yǒngfú hacerse cargo de la defensa de la capital del reino, la actual ciudad de Hanoi. Aunque los Banderas Negras eran tropas mercenarias y que no contaban con el equipamiento profesional de las tropas reales vietnamitas o las tropas imperiales chinas, estaban muy bien entrenadas, conocían muy bien el terreno y contaban con una confiable cadena de mando. Cuando los exploradores franceses vieron que la capital vietnamita estaba defendida por mercenarios se apresuraron a comenzar la campaña de invasión, creyendo que, a pesar de la derrota de 1873, ahora mejor preparados vencerían fácilmente a las tropas vietnamitas y mercenarias. 

Un estratega deficiente

A principios de junio de 1883, el general Bouët comenzó la campaña de invasión sobre Vietnam, echando por tierra el tratado desigual firmado en 1873. Rápidamente, las tropas francesas avanzaron hacia la capital vietnamita, acabando con las tropas locales a su paso. En pocas semanas, las fuerzas expedicionarias francesas se colocaron a pocos kilómetros de la capital y comenzaron a construir posiciones fortificadas, preparándose para un gran asedio contra Hanoi. También llegaron nuevos refuerzos desde Francia y desde Nueva Caledonia, que además se apoyaron en tropas vietnamitas reclutadas en la Colonia Francesa de la Conchinchina.

Con los nuevos refuerzos, el comandante Pierre de Badens dirigió un ataque contra las tropas del príncipe Hoàng Kế Viêm (1820-1909) que se estaba posicionando para impedir el avance francés. El enfrentamiento se saldó con una aplastante victoria francesa que auguraba una sencilla conquista del país. Para iniciar el ataque a la capital, más tropas francesas, al mando del almirante Amédée Courbet (1827-1885), arribaron y se desplegaron a las afueras de Hanoi. 

Retratos del general Bouët y el almirante Courbet.

El grueso de las tropas de 刘永福 Liú Yǒngfú se habían ubicado sobre el río Đáy, un distributario del 红河 Hóng Hé, Río Rojo, que protegían los Banderas Negras. Los mandos franceses acordaron lanzar una gran ofensiva contra estas unidades, esperando derrotarlas fácilmente y luego capturar la capital sin grandes batallas. El plan era realizar un gran golpe decisivo y luego obligar al gobierno vietnamita a firmar un tratado desigual extendiendo la colonia francesa hasta la actual Hanoi. Sin embargo, las tropas francesas confiaban más en su superioridad armamentística que en una verdadera estrategia militar para derrotar a sus enemigos, lo que los volvió susceptibles de caer en trampas de los Banderas Negras.

La batalla de Phủ Hoài

El 15 de agosto de 1883, el general Bouët comenzó el ataque sobre las posiciones de 刘永福 Liú Yǒngfú en el río Đáy. Alrededor de 3.000 soldados franceses comenzaron una carga masiva sobre 3.000 mercenarios. El primer ataque francés se centró en el lado derecho de los Banderas Negras, pero les fue imposible colapsar al ejército de mercenarios y tras un rápido intercambio de disparos, las tropas francesas se vieron contraatacadas por el grueso de las tropas enemigas, lo que los obligó a retirarse. Aunque la potencia de fuego y alcance franceses eran mayores, el posicionamiento de los Banderas Negras les confería la ventaja, permitiéndoles realizar una suerte de “cuello de botella”. Con el posicionamiento de 刘永福 Liú Yǒngfú, el primer ataque francés, que tan solo implicó a un pequeño grupo de soldados, se vio enfrentado a los casi 3.000 Banderas Negras, siendo así superados en números.

El sorpresivo ataque masivo de los Banderas Negras hizo que las tropas coloniales francesas, es decir, soldados no franceses reclutados en otras colonias, rápidamente se pusieran en fuga, atropellando a la retaguardia francesa y causando atascos y caos entre soldados que huían del frente y soldados que intentaban avanzar hacia el campo de batalla. Estos atascos de soldados presa del pánico causaron que las municiones no llegaran al frente, y pronto, los pocos soldados franceses que intentaban resistir la contraofensiva china se vieran faltos de munición.

Las tropas francesas terminaron realizando una retirada total de la zona. Algunos comandantes de los Banderas Negras que estaban persiguiendo a los soldados franceses sin municiones salieron del área de combate delimitada por 刘永福 Liú Yǒngfú, y fueron abatidos por un batallón francés que cubría la retirada en campo abierto.

El resto de las unidades francesas tenía que colapsar a los Banderas Negras por los otros frentes, pero mientras el primer ataque era masacrado, el resto de las columnas francesas se veían impedidas de avanzar al encontrarse con pequeñas posiciones fortificadas que les cortaban el paso. Con muy pocos hombres 刘永福 Liú Yǒngfú impidió el avance en otros frentes, mientras el grueso de sus tropas se enfrentaba a una pequeña columna francesa, consiguiendo una victoria aplastante. Como siempre, el conocimiento del terreno y la sabiduría de conocer sus propias fuerzas había hecho de 刘永福 Liú Yǒngfú un estratega sin igual.

Por si fuera poco, y como si la naturaleza tomara parte en la batalla, en la noche del 15 de agosto, el 红河 Hóng Hé, Río Rojo, desbordó, inundando toda la región en donde las tropas francesas habían construido sus campamentos. El 红河 Hóng Hé, Río Rojo, que los Banderas Negras defendían casi como su casa parecía estar devolviendo el favor. Al día siguiente, las tropas francesas se vieron obligadas a retirarse incluso más lejos del campo de batalla, aunque se llevaron consigo unos viejos cañones que los Banderas Negras abandonaron a ese lado del río tras la inundación. La inundación también tomó por sorpresa a 刘永福 Liú Yǒngfú, que perdió muchas trincheras, parte de su munición y artillería. 

Tropas francesas rescatan un cañón chino tras la batalla. Dibujo por Charles-Lucien Huard, 1887.

Aunque los libros franceses suelen indicar que esta batalla tuvo un resultado incierto, lo cierto es que fue una gran victoria por parte de los Banderas Negras, ya que consiguieron la victoria e impidieron nuevamente el avance francés. Los altos mandos franceses descubrieron, no sin cierto desagrado, que las victorias del general 刘永福 Liú Yǒngfú no se debían a la suerte, sino a su gran maestría como comandante.

La diplomacia del cañonero

En las Guerras del Opio (1839-1860), las tropas francesas y británicas habían descubierto la utilidad de las cañoneras, barcos equipados con potentes cañones capaces de reducir a cenizas ciudades enteras desde las costas. Tras la derrota del 15 de agosto, los mandos expedicionarios franceses pensaron que habían cometido un error en la estrategia y que debían aplicar lo aprendido en las Guerras del Opio: primero realizar un bombardeo masivo a gran distancia con cañoneras, y luego avanzar sobre las fortificaciones enemigas en ruinas. 

Cañoneras británicas preparandose para bombardear antes de un desembarco en la provincia china de 广东 Guǎngdōng en 1941, durante la Primera Guerra del Opio.

El 31 de agosto de 1883, cañoneras francesas atacaron el pueblo de Palan, que se encontraba en una zona fácil de bombardear. Luego, tropas francesas ingresaron en el pueblo casi sin encontrar resistencia. Tras este primer experimento, quedó claro que la estrategia era viable. Ahora que los mandos franceses habían dado con un plan de invasión viable, sería cuestión de tiempo para conseguir conquistar toda Vietnam y luego el Sur de China. A pocos kilómetros de distancia, el general 刘永福 Liú Yǒngfú observaba el humo de Palan, mientras sus hombres preparaban una gran sorpresa para las tropas francesas. En igual número de soldados, los Banderas Negras habían probado ser superiores al más moderno ejército francés. Sin embargo, los hombres de 刘永福 Liú Yǒngfú utilizaban armamento obsoleto y viejo. ¿Qué ocurriría si pudieran enfrentarse utilizando armamento equivalente? 刘永福 Liú Yǒngfú conocía la respuesta de antemano y esperaba sorprender a los mandos franceses. 

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