Aprovechando la inminente y aplastante derrota china en la Segunda Guerra del Opio (1856-1860), tropas coloniales francesas comenzaron una campaña sobre Vietnam, un reino vasallo del Imperio 清 Qīng (1636-1912 e.c.) que se encontraba indefenso. El objetivo de la invasión francesa era fundar una colonia que pudiera competir con la Colonia británica de 香港 Xiāng Gǎng (Hong Kong) y la Colonia portuguesa de 澳门 Àomén (Macao) por el control del comercio con China. Las campañas militares comenzaron en 1858 y para 1862 las tropas ya se habían hecho con el control de una parte de la actual Vietnam donde habían fundado la Colonia francesa de la Conchinchina. Con el establecimiento de esta colonia y la familia real vietnamita desplazada, comenzaron los trabajos de exploración, para determinar la mejor ruta comercial con China y continuar la invasión en esa dirección.
La expedición del Mekong
En 1866, tras haber infiltrado pequeños grupos de exploradores en el territorio todavía bajo control vietnamita, el gobierno francés determinó que el río Mekong, que une el Sur de Vietnam (y en ese momento el centro de la Conchinchina) con la provincia china de 云南 Yúnnán, podría representar la gran ruta comercial que estaban buscando. Sin embargo, las autoridades francesas no contaban con mapas del río, ni prácticamente ningún dato sobre su calado y las poblaciones que se asentaban a sus orillas. El reino de Vietnam contaba con estos mapas y datos, pero con muy buen criterio habían hecho todo lo posible para negar el acceso a la información a sus invasores. Por lo tanto, se organizó una gran expedición, cuyo objetivo era remontar el río Mekong desde su desembocadura hasta su origen en China. Un gran equipo de expertos europeos fue contratado, entre los que se incluyó hábiles exploradores de selvas, militares, intérpretes de varias lenguas locales, expertos en sociología y científicos.
Principales líderes de la expedición francesa. De izquierda a derecha Francis Garnier, Louis Delaporte, Clovis Thorel, Ernest Doudart de Lagrée, Lucien Joubert y Louis de Carné. |
La expedición estuvo a cargo del capitán Ernest Doudart de Lagrée (1823-1868) y contó con la participación del teniente de navío Francis Garnier (1839-1873). Ambos eran los responsables de dirigir a los dos pequeños botes a vapor que remontarían el río. El principal objetivo era crear mapas de gran precisión del río Mekong y tomar nota de estructuras defensivas y rivalidades entre pueblos y realizar apreciaciones sobre posibles rutas de invasión. Toda esta parte de estudio sociológico enfocado en la invasión y colonización se encaratuló como “Mission civilisatrice”, "Misión civilizadora", en la que supuestamente se buscaba occidentalizar a pueblos “bárbaros” bajo la teoría del Darwinismo social, según el cual estos pueblos no europeos eran “menos evolucionados” y por lo tanto necesitaban de la guía europea, aunque en la práctica se los relegaba a una posición de inferioridad, obligándolos a rechazar su cultura y explotándolos en campos de trabajo o utilizándolos como carne de cañón en guerras coloniales.
Caricatura británica de un lobo vestido como soldado francés, observando a una oveja siamesa al otro lado del río Mekong. |
Conclusiones decepcionantes
Tras más de 2 años de trabajo, la expedición del Mekong determinó que el río no era apto para el comercio con China, ya que era un río complejo, sinuoso y que atravesaba demasiadas etnias que se opondrían a la conquista francesa. El equipo recibió varias condecoraciones europeas por la labor muy arriesgada por atravesar territorios enemigos, ingresar a China en una época de revueltas populares y viajar durante meses sin ningún tipo de asistencia o avituallamiento europeo.
En 1868, las autoridades francesas planeaban convertir a la actual ciudad de Hô Chi Minh, y en aquel momento capital de la Conchinchina, en un centro comercial similar al que Gran Bretaña había creado en la ciudad china de 上海 Shànghǎi, solo que en lugar de estar en la desembocadura del 长江 Chángjiāng (Yangtzé), estaría en el río Mekong. A pesar de que la expedición determinó que no se podría replicar el modelo británico, también se habían tomado la libertad de explorar someramente algunas otras rutas hacia China; así descubrieron el 红河 Hóng Hé, Río Rojo, un pequeño pero importante río, que conecta la sureña provincia china de 云南 Yúnnán con gran parte de Vietnam.
Representación de un paisaje vietnamita por el expedicionario Louis Delaporte. |
Con los nuevos datos, las autoridades francesas comenzaron a trabajar en el proyecto de invasión, centrándose en conquistar toda la región del 红河 Hóng Hé, Río Rojo para asegurar la ruta comercial con China. De hecho, ya en los primeros planes de conquista se contempló incluso cruzar la frontera e invadir la propia China hasta la desembocadura del río. Por aquellos años grandes grupos de campesinos se levantaban contra el gobierno imperial 清 Qīng y lograban una suerte de independencia. Las autoridades en la Conchinchina esperaban aprovechar este descontrol chino para hacerse con una parte de los territorios y, como mínimo, negociar con el gobierno posteriormente una concesión en la región.
La conquista del delta del Río Rojo
En 1873, las tropas francesas avanzaron sobre el delta del 红河 Hóng Hé, Río Rojo. El teniente de navío Francis Garnier dirigió el ataque sobre la región con tan solo 180 soldados. La actual ciudad de Hanoi estaba defendida por más de 7.000 soldados vietnamitas. Empero, el fuego de los cañones franceses resultaba especialmente mortífero. Luego de una intensa lucha, el general Nguyễn Tri Phương fue gravemente herido, lo que causó que las tropas vietnamitas entraran en pánico y se desorganizaran. Entre las filas vietnamitas hubo más de 80 caídos en batalla y 300 heridos, mientras que los franceses tan solo perdieron a un mercenario chino, que fue asesinado “accidentalmente” por un soldado francés que lo confundió con vietnamita. Con esta conquista comenzaba formalmente la invasión francesa sobre el 红河 Hóng Hé, Río Rojo.
La marcha de los Banderas Negras
Tras la dura derrota, la realeza de Vietnam llamó a sus mejores hombres: los Banderas Negras. En 1873, el general 刘永福 Liú Yǒngfú y sus soldados servían al trono vietnamita como cobradores de impuestos sobre el 红河 Hóng Hé, Río Rojo en la frontera entre China y Vietnam, y contaban con algunas de las mejores unidades militares en la región. La familia real aprovechó que la invasión francesa era sobre el 红河 Hóng Hé, Río Rojo para justificar que las tropas francesas habían entrado en el área de acción de los Banderas Negras y así pedirles que se enfrentaran a ellos.
Sin dudar, el general 刘永福 Liú Yǒngfú marchó hacia Hanoi con sus Banderas Negras. El 21 de diciembre de 1873, 600 soldados de 刘永福 Liú Yǒngfú atacaron la puerta Oeste de Hanoi. Los Banderas Negras fueron apoyados también por unidades vietnamitas.
Bandera Negra del general 刘永福 Liú Yǒngfú. |
Estrategia sobre fuerza bruta
Los Banderas Negras eran simples mercenarios, principalmente chinos, con un equipamiento muy básico, conformado principalmente por armas de combate cuerpo a cuerpo que utilizaban con gran destreza y armas de fuego antiguas para la época. El general 刘永福 Liú Yǒngfú sabía que le resultaría imposible realizar un ataque frontal sobre una ciudad amurallada defendida por los impresionantes cañones franceses. Por lo tanto, eligió demostrar su superioridad como estratega y su conocimiento sobre el terreno, que ahora era su segunda casa después de China.
Las tropas de Banderas Negras formaron frente a las puertas como si fueran a realizar un ataque frontal con espadas y lanzas. Al ver esta disposición de ataque, el teniente Garnier ordenó que los cañones de campaña apostados sobre la puerta abrieran fuego, tal y como se realizaba bajo la doctrina napoleónica. Tras las primeras rondas, que llegaban muy cerca de los Banderas Negras, las tropas chinas se batieron en retirada, en una retirada que de lejos parecía caótica y desorganizada. Al ver el descontrol causado por el fuego de los cañones Garnier eligió a 18 de sus mejores hombres para iniciar una persecución. Su plan era perseguir a las tropas e intentar dar muerte a un gran número, tal vez a altos mandos, para demostrar superioridad militar y conseguir causar un verdadero pánico entre vietnamitas y chinos para que se negaran a enfrentar nuevamente a las tropas expedicionarias francesas.
Tras unos instantes de persecución y disparos, Garnier y tres de sus hombres descubrieron a unos pocos Banderas Negras que huían alejados del grupo. Garnier decidió realizar una carga de bayoneta para acabar con la vida de aquellos pobres desgraciados. Sin embargo, cuando estaba a punto de dar muerte a los supuestos desertores, fue rápidamente rodeado por decenas de Banderas Negras que salieron de forma sorpresiva desde detrás de la vegetación. Utilizando machetes, Garnier fue rápidamente herido de muerte en un combate completamente a favor de las fuerzas chinas.
Al ver que los soldados franceses eran emboscados, una pequeña unidad francesa salió de la ciudad a toda velocidad para apoyar a Garnier, pero también fue emboscada y todos los soldados franceses cayeron en combate.
Un estratega profesional
Tras la masacre sobre los soldados franceses, en los que cayeron un gran número de altos mandos coloniales, el general 刘永福 Liú Yǒngfú ordenó la retirada real. Con la victoria se presentó ante la familia real vietnamita y les explicó que no sería posible recapturar Hanoi con las unidades disponibles, pero que confiaba en que la victoria en campo abierto detuviera las aspiraciones expansionistas francesas.
Al llegar las noticias de la derrota a París, se enviaron nuevas autoridades a la Conchinchina y se destituyó a gran parte de los responsables de los enfrentamientos, ya que no se había dado autorización desde el gobierno central para iniciar la campaña de invasión. Pocos días después de la muerte de Garnier, las tropas francesas abandonaron la ciudad a toda velocidad. Como buen gesto de caballero, pero enviando un aterrador mensaje para los próximos franceses que intentaran invadir la región, el general 刘永福 Liú Yǒngfú entregó las cabezas cercenadas de todos los franceses caídos en batalla a las autoridades de la Conchinchina, para que fueran enviadas a Francia donde pudieran ser enterrados y sus familias pudieran realizar los rituales que creyeran apropiados.
Hall de entrada al 刘永福纪念馆 Liú Yǒngfú jì niàn guǎn, Salón conmemorativo de Liú Yǒngfú en la provincia de 广西 Guǎngxī. |
Tratados desiguales para todos
A pesar de la victoria estratégica china, el 15 de marzo de 1874 se firmó el Tratado desigual de Saigón, en el que Francia se comprometía a no continuar invadiendo Vietnam a cambio de que se reconociera a la Colonia francesa de la Conchinchina (ubicada en territorio vietnamita) y se permitiera a los comerciantes franceses utilizar el 红河 Hóng Hé, Río Rojo para comerciar con China. Lo que el tratado no aclaraba era que, al igual que chinos, vietnamitas o cualquier otro comerciante que quisiera utilizar el río, los franceses deberían pagar los impuestos determinados por los Banderas Negras. Estos impuestos no gustaron nada a las autoridades francesas. Ahora que conocían al general 刘永福 Liú Yǒngfú y sus temibles Banderas Negras, se comenzó a planear una nueva invasión sobre Vietnam y China. Esta vez, trabajarían durante años para no volver a subestimar a los Banderas Negras. Sin embargo, el gobierno imperial 清 Qīng se recompondría lentamente en los siguientes años y comenzaría a tener un buen trato con los Banderas Negras. Si alguien amenazara con invadir China, las tropas Imperiales 清 Qīng y los Banderas Negras estarían allí, apostados en la frontera, dispuestos a todo para defender eternamente la tierra de sus ancestros.
Los Banderas Negras y las tropas imperiales 清 Qīng se preparan para defender la frontera en el filme 龙之战 Lóng zhī zhàn, La guerra del dragón (2017). |
Serie: Movimiento de autofortalecimiento
Anterior |
Siguiente |
南
La necesaria e imprescindible épica del honor 🇨🇳♥️
ResponderEliminarHa sido históricamente este sentimiento el que ha mantenido a China unida, incluso en épocas de grandes invasiones y guerras civiles.
Eliminar