" 秋瑾 Qiū Jǐn, feminismo en la China imperial

秋瑾 Qiū Jǐn, feminismo en la China imperial

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La lucha por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres tuvo toda una historia paralela en China. Si bien hay casos de mujeres y hombres que lucharon por la igualdad en una sociedad fuertemente patriarcal como lo era la China imperial, la primera gran representante del movimiento feminista moderno es 秋瑾 Qiū Jǐn (1875-1907). En los últimos años de la dinastía 清 Qīng (1636-1912 e.c.), comenzaron a cuestionarse muchas prácticas que relegaban el rol de la mujer, que iban desde el vendado de pies hasta la participación política y el acceso a la educación. La vida de 秋瑾 Qiū Jǐn, aunque corta, fue una rabiosa rebelión contra un sistema corrupto y opresivo que, tal como había señalado 梁启超 Liáng Qǐchāo (1873–1929) en 1896, por no introducir cambios estaba pronto a desmoronarse. 

秋瑾 Qiū Jǐn en la película 1911, Revolución Xīnhài - 辛亥革命 Xīnhài gé mìng (2011).

La resistencia a una vida tradicional

El 8 de noviembre de 1875, nació 秋瑾 Qiū Jǐn en la provincia de 福建 Fújiàn. Era de una acomodada familia de administradores imperiales. Su padre trabajaba en la oficina de gobierno de 厦门 Xiàmén y se encargaba de la defensa de la ciudad y su madre también provenía de una familia de gobernadores. En aquellos años, en la provincia de 浙江 Zhèjiāng, las familias adineradas habían tomado la costumbre de ofrecer cierta educación básica a las hijas. El objetivo de esta educación era principalmente aprender poesía y costura para entretener a sus futuros esposos. En su juventud 秋瑾 Qiū Jǐn sintió cierto interés por la poesía, principalmente porque la educación implicaba aprender a leer y escribir, algo a lo que pocas personas, pero sobre todo muy pocas mujeres en China tenían acceso. Sin embargo, las clases de costura nunca consiguieron captar su atención.

El evento más traumático de su niñez fue el vendado de pies, una terrible práctica que deformaba los pies para producir los llamados “pies de loto”, unos pies pequeños considerados más atractivos. La práctica era muy común entre las familias acomodadas, que esperaban poder así casar a sus hijas con hombres adinerados.

A la edad de 15 años, 秋瑾 Qiū Jǐn tuvo la oportunidad de aprender otras actividades que eran incluso mucho menos comunes entre las mujeres provenientes de familias adineradas que el simple hecho de que no fuera analfabeta. Durante el verano, uno de sus primos le enseñó a montar a caballo y le dio clases de esgrima tradicional china. En estas actividades, identificadas como típicamente masculinas en la época, encontró un placer y una diversión que no había tenido en sus clases para mujeres.

Matrimonio arreglado

Como era común en la época, el padre de 秋瑾 Qiū Jǐn concertó su casamiento con un hombre adinerado de la provincia de 湖南 Húnán. 秋瑾 Qiū Jǐn tenía 21 años, una edad considerada muy avanzada para el casamiento. En sus reflexiones posteriores, escribió sobre la barbarie del matrimonio concertado. El matrimonio fue prácticamente una formalidad, ya que su esposo estaba más interesado en disfrutar de su vida con otras actividades no relacionadas con la familia. Por esta razón 秋瑾 Qiū Jǐn abrió una pequeña tienda y pocas veces veía a su esposo. Durante aquellos años, comenzó a reflexionar sobre su vida y sobre la posición de la mujer en la sociedad china. 

Aunque 秋瑾 Qiū Jǐn no llevaba la vida tradicional que se esperaba con su marido, tuvo dos hijos. La presión social por dejar descendencia, un importante legado del confucianismo, llevó a la pareja a tener hijos, aunque no eran lo que realmente deseaban.

Las invasiones extranjeras

Entre los años 1894 y 1895, se produjo la Primera Guerra Sino-japonesa, en la que el Imperio 清 Qīng sufrió una aplastante derrota militar. A partir de esta derrota, algunos asesores imperiales recomendaron llevar a cabo reformas para modernizar al imperio. Estas reformas, impulsadas por 康有为 Kāng Yǒuwéi (1858-1927) y 梁启超 Liáng Qǐchāo, son conocidas como la Reforma de los Cien Días, por su corta duración. La emperatriz 慈禧 Cíxǐ (1835-1908) puso un súbito fin a las reformas y comenzó a perseguir a los principales ideólogos. Muchos de los impulsores, como 梁启超 Liáng Qǐchāo huyeron a Japón, donde continuaron estudiando nuevas propuestas para modernizar China.

En el año 1900, el esposo de 秋瑾 Qiū Jǐn obtuvo un cargo de gobierno más alto en 北京 Běijīng. Por esta razón, toda la familia se trasladó a la capital imperial. Mientras la familia se instalaba en su nueva casa de 北京 Běijīng, los ejércitos de ocho países asaltaron la capital. Debido a los ataques de los guerreros 义和团 Yì hé tuán, Puños justos y armoniosos, conocidos por los extranjeros como "Guerreros boxer", contra los extranjeros, los ejércitos de Japón, Rusia, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Alemania, Italia y el Imperio Austrohúngaro atacaron 北京 Běijīng y obligaron a los 清 Qīng a firmar nuevos tratados desiguales que debilitaban aún más el imperio.

Romper lazos con el feudo

Luego de ver cómo su país era invadido repetidas veces por potencias extranjeras, 秋瑾 Qiū Jǐn decidió abandonar su vida apegada a las costumbres tradicionales en la casa de su esposo y viajar a Japón para estudiar. Su esposo se opuso con vehemencia, pero 秋瑾 Qiū Jǐn tan solo tomó sus joyas, las vendió y con el dinero obtenido huyó a Japón.

En Tokio comenzó a estudiar japonés en un taller de idioma creado por estudiantes chinos que no discriminaba entre mujeres y hombres. Rápidamente 秋瑾 Qiū Jǐn comenzó a participar en las actividades políticas de sus compañeros chinos, realizando manifestaciones contra las demandas japonesas, contra la invasión del Imperio Ruso en el norte de China y contra los corruptos funcionarios 清 Qīng.

A diferencia de su familia en China, los estudiantes chinos en Japón estaban muy abiertos a nuevas ideas. Esto llevó a 秋瑾 Qiū Jǐn a experimentar cosas que habrían sido tabú en su propio país. Por ejemplo, abandonó las ropas tradicionales chinas y comenzó a vestir con trajes occidentales masculinos, retomó sus clases de esgrima tradicional china y comenzó a abogar por la prohibición del matrimonio concertado.

Una periodista visionaria

Junto con compañeras y compañeros fundó en Tokio el 白话报 Bái huà bào, un periódico que tenía la particularidad de estar escrito en 白话 bái huà, el chino hablado, y no en el chino clásico utilizado normalmente para la lengua escrita. La idea de 秋瑾 Qiū Jǐn era oponerse al rebuscado lenguaje utilizado por los administradores imperiales, como así también producir un periódico de fácil lectura para el pueblo chino. La idea tuvo gran aceptación entre los estudiantes chinos en Japón y pronto la escritura en 白话 bái huà comenzó a ser utilizada por todos los estudiantes como forma de propaganda de sus ideas en China.

En 1905, 秋瑾 Qiū Jǐn se unió a una sociedad china secreta llamada 中国同盟会 Zhōng guó Tóng méng huì, dirigida por el líder revolucionario 孙中山 Sūn Zhōngshān, que pretendía iniciar una revolución en China para desmantelar el Imperio 清 Qīng y establecer una república.

En el periódico, 秋瑾 Qiū Jǐn publicó algunos artículos sobre la importancia de la educación de las mujeres y realizó fuertes críticas sobre los matrimonios arreglados y el vendaje de pies. Las críticas a la práctica del vendaje de pies no fue algo exclusivo de las primeras feministas chinas modernas, sino que algunos hombres como 康有为 Kāng Yŏuwéi ya habían expresado su desacuerdo con esta práctica.

La mecha de la revolución

En 1906, 秋瑾 Qiū Jǐn y otros 2.000 estudiantes volvieron a China para comenzar a preparar una revolución. Pronto 秋瑾 Qiū Jǐn se transformó en una figura pública muy famosa por sus acalorados discursos públicos acerca de los derechos de las mujeres. También fundó el 中国女报 Zhōng guó nǚ bào, Diario de las mujeres chinas, junto con la poeta 徐自华 Xú Zìhuá en 上海 Shànghǎi. El diario tan solo pudo imprimir dos números antes de ser clausurado por las autoridades estatales.

Hacia 1907, un gran número de jóvenes mujeres se habían congregado alrededor de 秋瑾 Qiū Jǐn. Todas buscaban la abolición del vendaje de pies y de los matrimonios arreglados, y pregonaban la libertad de estudiar, casarse con quienes eligieran y la igualdad con los hombres. 秋瑾 Qiū Jǐn estaba convencida de que todos estos derechos solo serían posibles mediante una revolución en la que era necesario que las mujeres tomaran partido. Por estas razones fundó una escuela deportiva para mujeres, que en realidad era un centro de entrenamiento militar femenino. Esta escuela era parte de las organizaciones afines a 孙中山 Sūn Zhōngshān que buscaban derrocar al gobierno 清 Qīng.

Los seguidores de 孙中山 Sūn Zhōngshān acordaron iniciar una revolución el 6 de julio de 1907. 秋瑾 Qiū Jǐn y sus estudiantes militares estaban preparadas para unirse al levantamiento unos días después. Sin embargo, el levantamiento principal fue sofocado por las tropas 清 Qīng. Dos amigas de 秋瑾 Qiū Jǐn fueron apresadas y torturadas hasta que revelaron los nombres de otros revolucionarios. Un infiltrado entre las tropas 清 Qīng envió una carta a 秋瑾 Qiū Jǐn, advirtiéndole que ella y sus estudiantes serían apresadas y juzgadas. 秋瑾 Qiū Jǐn disolvió la escuela, envió a las estudiantes a sus casas y permaneció en el edificio hasta el 13 de julio cuando las tropas imperiales entraron derribando la puerta. 秋瑾 Qiū Jǐn intentó luchar con los soldados, pero pronto fue reducida.

La muerte de una heroína

Durante días 秋瑾 Qiū Jǐn fue torturada para que revelara más información sobre la revolución que estaba gestándose, pero se negó a hablar. Las únicas palabras que consiguieron arrancarle fueron su último poema:

秋风秋雨愁煞人

Qiū fēng qiū yǔ chóu shā rén

El viento de otoño y la lluvia de otoño oprimen con su dolor a las personas.

Esta es una descripción de como el gobierno imperial, como la lluvia y el viento de otoño que acaban con la vitalidad de la tierra, produce la agonía del pueblo chino.

En la madrugada del 15 de julio de 1907, 秋瑾 Qiū Jǐn fue ejecutada a la edad de 32 años, acusada de conspirar para asesinar a gobernadores imperiales. Su cuerpo descansa cerca de la orilla del Lago del Oeste en 杭州 Hángzhōu bajo una estatua suya sosteniendo una espada.

Aunque la revolución de 1907 fue frustrada y con ella fallecieron cientos de revolucionarios chinos, el asesinato de figuras como 秋瑾 Qiū Jǐn no hizo más que encender la mecha de la revolución. Tan solo 5 años después se produjo la revolución que acabó con la China Imperial. A partir de entonces, millones de mujeres comenzaron gradualmente a dejar de sufrir la discriminación y el maltrato contra el que luchaba 秋瑾 Qiū Jǐn. Revolucionarias posteriores como 康克清 Kāng Kèqīng retomaron la lucha de 秋瑾 Qiū Jǐn y consiguieron la prohibición de las prácticas imperiales que oprimían no solo a las mujeres, sino a todo el pueblo chino.

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