" Tensiones entre China y Francia

Tensiones entre China y Francia

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A finales del año 1883, todo apuntaba a que pronto se produciría la guerra entre el Imperio 清 Qīng y Francia. Las tropas expedicionarias francesas en Vietnam continuaban ganando terreno y poco a poco se acercaban a la frontera con China. Como bien habían supuesto los analistas chinos, no había razones para pensar que las tropas francesas se detendrían en la frontera entre Vietnam y China. De hecho, no existía una frontera bien definida entre estos dos países. Además, el Imperio 清 Qīng tenía la responsabilidad de proteger militarmente a Vietnam debido a tratados firmados en el pasado.

Luego de que las tropas reales vietnamitas y el ejército mercenario de los Banderas Negras se vieran forzados a retroceder tras producir terribles bajas a las tropas francesas, el gobierno 清 Qīng aceptó enviar tropas a Vietnam para fortificar algunas ciudades del Norte. Las tropas estaban cada vez más cerca unas de otras y estaba todo preparado para que se produjera una guerra equivalente a las Guerras del Opio (1839-1860).

Acercamiento diplomático

Antes de que terminara el año 1883, las fuerzas expedicionarias francesas esperaban lanzar una gran ofensiva contra los Banderas Negras. Aunque las tropas reales de Vietnam eran más numerosas y estaban mejor equipadas, las tropas mercenarias comandadas por el general 刘永福 Liú Yǒngfú habían probado ser muchísimo más letales que ningún otro ejército al que los franceses se hubieran enfrentado en Asia. Sin embargo, para conseguir derrotar a los Banderas Negras, los mandos expedicionarios franceses necesitaban primero conseguir un bloqueo que limitara los recursos de estas tropas mercenarias. Por esta razón, comenzaron unas negociaciones con el ministro 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng en la ciudad de 上海 Shànghǎi. En estas negociaciones los representantes franceses intentaron convencer a los ministros chinos de que cortaran completamente el apoyo a los Banderas Negras, a quienes les ofrecían suministros y entrenamiento.

Desde París, el embajador 曾纪泽 Zēng Jìzé (1839-1890) envió informes advirtiendo al gobierno 清 Qīng que el gobierno francés no tenía ninguna intención de llegar a la guerra. De hecho, el embajador chino inició una serie de negociaciones paralelas en Francia, aunque no se llegó a ningún acuerdo. El principal punto que exigían los emisarios franceses era que se retiraran las fortificaciones chinas en el Norte de Vietnam. El ministro 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng dejó claro que este punto no sería negociable, incluso cuando los diplomáticos franceses advirtieron que con el avance de las tropas francesas se produciría un encuentro armado, lo que podría desencadenar una guerra. El ministro chino, aconsejado por el embajador, estaba muy seguro de que no se produciría tal guerra y que mantener las tropas sería la forma pacífica de detener la invasión sobre el territorio aliado, ya que las tropas expedicionarias no se atreverían a atacar ciudades vietnamitas protegidas por tropas imperiales chinas.

La diplomacia del cañonero

Aunque China ya no era aquella nación débil que había sufrido dos invasiones durante las Guerras del Opio y se encontraba en pleno proceso de reformas, las antiguas estrategias utilizadas por las potencias europeas seguían poniendo en jaque al gobierno imperial. Tras el fracaso de las negociaciones, el gobierno francés presionó al gobierno alemán para que retrasara la entrega de los acorazados 定远 Dìngyǔan y 镇远 Zhènyuǎn, los que serían los dos barcos más importantes de la 北洋舰队 Běiyáng jiàn duì, la Flota del Océano del Norte, que estaban listos para zarpar hacia China. En paralelo, las tropas expedicionarias francesas fortificaron las regiones que habían capturado en Vietnam. 

Fotografía de 1885 del acorazado 定远 Dìngyǔan, buque insignia de la Flota del Océano del Norte.

Las noticias de las tensiones entre Francia y China se extendieron como la pólvora entre la población china, y pronto comenzaron a haber manifestaciones en contra de los extranjeros por todo el país. El caso más grave se dio en la provincia de 广东 Guǎngdōng, donde tras las Guerras del Opio se habían establecido un gran número de extranjeros, especialmente comerciantes franceses. Se produjeron algunos incidentes menores en los que se atacaron algunos comercios extranjeros, destruyendo parte de su mercancía. Tras estos altercados Francia y algunas otras potencias coloniales europeas enviaron cañoneras a las costas de la provincia con el pretexto de proteger a sus ciudadanos, aunque en realidad era una forma de extorsionar al gobierno imperial, amenazándolos con crear una Tercera Guerra del Opio. 

Charles-Lucien Huard, La guerre du Tonkin (Paris, 1887), litografía titulada "Los residentes europeos caminan con cautela por las calles de Guangzhou". Notar que se representa a los europeos agrediendo a transeúntes chinos con la excusa de "protegerse a sí mismos".

El avance francés

Como planificaban los mandos franceses, el 14 de diciembre de 1883 las tropas francesas lanzaron un ataque masivo sobre la ciudad de Sơn Tây. En la ciudad no solo estaban los Banderas Negras y las tropas reales vietnamitas, sino también tropas chinas. Para evitar un conflicto internacional las tropas chinas intentaron reducir su participación en la defensa de la ciudad lo mínimo posible. Las tropas vietnamitas dejaron en manos de los Banderas Negras la defensa. Cuando las tropas francesas intentaron alcanzar los muros de la ciudad para escalarlos y tomarla la respuesta de los Banderas Negras fue contundente y terrible, causando la muerte de un gran número de soldados invasores, incluidos muchos franceses (ya que la mayoría eran tropas reclutadas de manera forzosa en colonias francesas repartidas por todo el mundo). En la noche, el general 刘永福 Liú Yǒngfú salió de la ciudad para acabar con las tropas francesas que estaban desmoralizadas y desorganizadas, pero no consiguió la aniquilación total y se vio obligado a retirarse nuevamente a la ciudad tras un gran número de bajas. 

Representación desde la perspectiva francesa del primera ataque a los muros de la ciudad de Sơn Tây, por P Méjanel.

Dos días después, las tropas francesas volvieron a realizar un ataque masivo, solo que, en lugar de intentar escalar los muros, primero realizaron un bombardeo a gran escala buscando reducir a cenizas no solo a la ciudad, sino también a sus defensores. Tras un arduo intercambio de fuego, una de las puertas cayó en manos francesas. Al ver que los muros eran tomados por tropas enemigas, y sabiendo los límites de sus fuerzas, el general 刘永福 Liú Yǒngfú ordenó la retirada de la ciudad, siguiendo su filosofía de causar el mayor daño posible y cuando se sintieran superados, retirarse para volver a fortificarse y planificar el siguiente golpe sorpresa para las tropas enemigas. El general chino jugaba a una gran guerra de desgaste de la que sabía podría ganar en el tiempo, mientras que en enfrentamientos frontales podría ser fácilmente derrotado.

La retirada tenía además otra estrategia oculta. Al huir de la ciudad asediada, la defensa recayó en manos vietnamitas y chinas, por lo que en poco tiempo se produjeron enfrentamientos entre Francia y las tropas imperiales 清 Qīng. Esto podría tener uno de dos resultados, o que las tropas expedicionarias francesas desistieran de continuar avanzando por miedo de desembocar en una guerra con China o que en efecto se produjera tal guerra y un gran flujo de soldados y provisiones llegaran a Vietnam para contener a Francia.

El azote de las colonias

A pesar de las bajas y los terribles costes que estaba teniendo la invasión de Vietnam, los comandos expedicionarios consiguieron convencer al gobierno francés de que, una vez perdidos tantos recursos en la invasión, continuar invirtiendo en la guerra sería la única forma de recuperar lo gastado. Más de 10.000 soldados coloniales reclutados en África fueron enviados para liderar los siguientes ataques terrestres. Para comandar la Primera Brigada se designó al general Louis Brière de l'Isle (1827-1896), un distinguido militar que había gobernado sobre la colonia francesa de Senegal y se había granjeado una gran reputación por sus campañas militares extendiendo los dominios franceses en África y acabando con las tropas de resistencia senegalesas. La Segunda Brigada fue puesta al mando del general François Oscar de Négrier (1839-1913), quien acababa de sofocar una rebelión árabe en la colonia francesa de Argelia. 

Oscar de Négrier escapando de su cautividad durante la Guerra Franco-prusiana en 1870. Ilustración por Le Petit Journal, 13 de agosto de 1899.

Una partida de ajedrez

Con las nuevas tropas coloniales africanas, que asegurarían que el mayor número de muertos y heridos se encontraran entre soldados africanos y no sobre soldados nacidos en Francia, se realizó un ataque sobre la ciudad de Bắc Ninh, en el Norte de Vietnam. La ciudad nuevamente estaba protegida por los Banderas Negras, soldados reales vietnamitas y tropas imperiales 清 Qīng. Empero, el general de los Banderas Negras no estaba dispuesto a seguir luchando solo y dejar a sus hombres morir a manos francesas. Por lo que, cuando el asalto a la ciudad inició, se posicionó para evitar el enfrentamiento frontal y asegurarse una retirada segura. Esto provocaría inevitablemente que las tropas chinas y francesas se enfrentaran abiertamente y que, sin importar el resultado de la batalla, se iniciara un conflicto diplomático entre ambos países que detendría o potenciaría la guerra.

Las tropas chinas estaban formadas por un gran número de reclutas del Sur de China, que no tenían la misma experiencia militar que las principales fuerzas militares del país. Al quedar la defensa en sus manos, pronto fueron rodeados por las tropas francesas de origen africano. Esto provocó que la moral cayera rápidamente y se rindieran, ofreciendo una mínima resistencia. Aunque la estrategia del general 刘永福 Liú Yǒngfú dio su resultado, ya que tanto Francia como China pronto iniciaron unas negociaciones más serias para evitar la guerra, una gran parte del moderno equipamiento que se había enviado desde China para contener el avance francés quedó en manos de las tropas de invasión. Esto incluía grandes cargamentos de munición y una serie de modernos cañones alemanes Krupp que todavía no habían sido utilizados y que pasarían a reforzar la artillería francesa. 

Representación francesa de la batalla. Notar cómo las tropas coloniales africanas van al frente de los soldados franceses.

El acuerdo de 天津 Tiānjīn

Tras la caída de la ciudad protegida por tropas chinas, la emperatriz viuda 慈禧 Cíxǐ (1835-1908), quien ejercía el gobierno en la práctica, se convenció de que lo mejor sería negociar un acuerdo con Francia para evitar la guerra y que las cañoneras apostadas en el Sur de China iniciaran una masacre sobre las ciudades costeras. Si la negociación se realizaba a tiempo, lo único que tendría que perder sería parte de su alianza con Vietnam y no parte de sus territorios y recursos en China. El ministro 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng se reunió en las costas de la ciudad de 天津 Tiānjīn con el capitán François-Ernest Fournier (1842-1934). El 11 de mayo de 1884 se firmó el acuerdo de 天津 Tiānjīn en el cual China reconocía dos protectorados franceses en territorio vietnamita. Estos protectorados incluían la retirada de las fuerzas chinas de la región, aunque no se especificaron los plazos.

Por otro lado, el acuerdo también establecía las fronteras entre China y Vietnam (nótese que no había representantes vietnamitas en la reunión) y se estableció un trato preferencial para con los comerciantes franceses en la región. Este tratado parecía poner fin a un conflicto que ni siquiera había comenzado formalmente. Al verse abandonados por China, el rey de Vietnam se vio obligado a firmar un tratado con Francia, reconociendo también los protectorados franceses sobre su territorio. Como gesto del corte de relaciones entre Vietnam y China, el rey ordenó fundir el sello metálico que el emperador chino le había entregado a su familia como reconocimiento de su gobierno en la región. 

Sedientos de colonias

El tratado fue muy impopular en China, causó un gran malestar social con manifestaciones en su contra. Los principales ministros de guerra exigieron la destitución del ministro 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng por firmar un tratado que rompía las relaciones con un aliado tan antiguo y debilitaba la frontera Sur de China. Antes de que el tratado fuera ratificado, confirmado e informado a las tropas en Vietnam, las tropas francesas exigieron que se entregara el control en las regiones acordadas. Los generales chinos en Vietnam se negaron hasta no recibir una orden oficial. Esto fue tomado por las tropas expedicionarias francesas como una forma de romper con el tratado, por lo que rápidamente organizaron a las tropas africanas para conquistar por la fuerza los territorios. Finalmente, aunque desde China estaban dispuestos a romper lazos diplomáticos con un importante aliado y a dejar la frontera Sur desprotegida y los recursos de Vietnam en manos francesas, los mandos de invasión franceses solo buscaban un nuevo casus belli para continuar la guerra hasta alcanzar China. Subestimar al enemigo fue su peor error, ya que desde las reformas una única potencia colonial no sería suficiente para invadir al Imperio 清 Qīng.

Tropas chinas encargadas de defender la frontera con Vietnam.

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