" La controversia sobre los ritos chinos

La controversia sobre los ritos chinos

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El estudio de la 中国礼仪之争 Zhōng guó Lǐ yí Zhī Zhēng, Controversia sobre los ritos chinos, que ocurrió durante los siglos XVII y XVIII es fascinante. Nos permite profundizar la comprensión de la naturaleza de las prácticas rituales tradicionales chinas, pero además nos enseña acerca de los diferentes sentidos de las prácticas y las creencias religiosas, incluso dentro de grupos relativamente homogéneos como los católicos. Reconocemos que el estudio del pasado nos resulta gratificante por sí mismo, pero, como si esto fuera poco, nos permite entender el presente y nos interroga sobre el fenómeno religioso.

Los ritos involucrados en la polémica fueron varios, pero principalmente la discusión se centró en torno a dos: los que se practican respecto de los antepasados y los que reverencian a Confucio. El culto a los antepasados es uno de los más antiguos de la cultura china y supone uno de los aspectos básicos de 礼 lǐ, el valor confucianista que regula las relaciones humanas. Es el tipo de transcendencia propio de la cultura china: la vida de los seres humanos es finita, pero forma parte de una continuidad con sus antepasados y sus sucesores. Pensemos que la forma más común para referirse al país, en vez de "patria", en China es 祖国 zǔ guó, "país de los ancestros".

Respecto de si los chinos convertidos al catolicismo podían practicar los ritos tradicionales había dos posturas:

1) Mateo Ricci, consecuente con sus ideas humanistas de asimilación cultural como medio para la evangelización, consideraba que la práctica de los ritos chinos como los mencionados era totalmente compatible con la fe católica. El culto a los ancestros, entiende el Padre Ricci, no supone divinizarlos sino reconocerlos y emularlos, tratando de comportarse de un modo que sea digno de ellos. Aquí podemos pensar que más allá de la postura estratégica de no oponerse a costumbres tan arraigadas, quizás también reconocía en el culto a los ancestros algo valioso, que impulsaba el buen obrar.

La gran tarea llevada a cabo por los jesuitas consiguió que el emperador 康熙 Kāngxī (1654-1722) publicara un edicto de tolerancia del cristianismo, que habilitaba la libertad de que cualquiera participara de la liturgia de los templos católicos.

2) La Santa Sede, por su parte, se opuso a la posición del Padre Ricci. En 1704, el Papa Clemente XI prohibió el ejercicio de los ritos chinos por parte de los católicos y esto fue ratificado por el Papa Benedicto XIV en 1742. Juntamente con esto, se prohibió llamar a Dios con las designaciones 天 Tiān "Cielo" o 上帝 Shàng dì, "Emperador Supremo". El nombre admitido fue 天主 Tiān zhŭ, Señor del Cielo.

La llegada del legado papal Carlo Tommaso Maillard de Tournon (1668-1710) a la corte imperial y en anuncio de la prohibición papal del ejercicio de los ritos tuvieron como consecuencia esperable que el emperador 康熙 Kāngxī exigiera primero que se respetara la posición del Padre Ricci y, al ver que el Papa obligaba a no seguir estos preceptos razonables, prohibiera la práctica del cristianismo.

Habrá que esperar a 1939 para que el Papa Pio XII revise la cuestión y admita los ritos y el Concilio Vaticano II (1962-1965) considere lícitas las prácticas autóctonas que no interfieran con las creencias católicas.  En esos 200 años, ocurrieron terribles agresiones europeas a China y se llegó a considerar al cristianismo y al colonialismo como dos caras de la misma moneda, lo cual no ayudó al restablecimiento de la tolerancia. Al leer la frase final del artículo 36 de la Constitución China que compartimos a continuación hay que hacerlo teniendo en cuenta esta historia. Ha ocurrido y sigue ocurriendo muchas veces que la religión se vuelve un pretexto para la injerencia extranjera y el avasallamiento cultural. Esto también nos tendría que llevar a apreciar enormemente la posición del Padre Ricci, que compartía la cosmovisión europea pero que fue capaz de aprender y cambiar, sin traicionar los valores auténticos de sus creencias.

La Constitución actual de la República Popular China, en su artículo 36, admite la libertad de culto bajo las siguientes condiciones.

第三十六条 中华人民共和国公民有宗教信仰自由。

Dì sān shí liù tiáo Zhōng huá rén mín gòng hé guó gōng mín yǒu zōng jiào xìn yǎng zì yóu.

Artículo 36: Los ciudadanos de la República Popular China gozan de libertad de creencias religiosas.

任何国家机关、社会团体和个人不得强制公民信仰宗教或者不信仰宗教,不得歧视信仰宗教的公民和不信仰宗教的公民。 

Rèn hé guó jiā jī guān, shè huì tuán tǐ hé gè rén bù dé qiáng zhì gōng mín xìn yǎng zōng jiào huò zhě bù xìn yǎng zōng jiào, bù dé qí shì xìn yǎng zōng jiào de gōng mín hé bù xìn yǎng zōng jiào de gōng mín.

Ningún órgano estatal, organización social o individuo podrá obligar a los ciudadanos a creer o no creer en ninguna religión, ni discriminar a los ciudadanos que crean o no crean en ninguna religión.

国家保护正常的宗教活动。任何人不得利用宗教进行破坏社会秩序、损害公民身体健康、妨碍国家教育制度的活动。 

Guó jiā bǎo hù zhèng cháng de zōng jiào huó dòng. Rèn hé rén bù dé lì yòng zōng jiào jìn xíng pò huài shè huì zhì xù, sǔn hài gōng mín shēn tǐ jiànk āng, fáng ài guó jiā jiào yù zhì dù de huó dòng.

El Estado protegerá las actividades religiosas normales. Nadie utilizará la religión para participar en actividades que perturben el orden público, perjudiquen la salud de los ciudadanos o interfieran con el sistema educativo del Estado.

宗教团体和宗教事务不受外国势力的支配。

Zōng jiào tuán tǐ hé zōng jiào shì wù bù shòu wài guó shì lì de zhī pèi.

Los grupos religiosos y los asuntos religiosos no estarán sujetos al control de fuerzas extranjeras. 

Este artículo forma parte de una serie sobre los jesuitas en China. Iremos compartiendo los enlaces a medida que sigamos tratando esta cuestión.

- San Francisco Javier y su intento de llegar a China 

- Alessandro Valignano. Adaptarse a la cultura para evangelizar 

- Matteo Ricci. El cristianismo en clave confuciana 

- La controversia sobre los ritos chinos 

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