" Un final demasiado bueno para los tratados desiguales

Un final demasiado bueno para los tratados desiguales

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Luego de haber firmado una docena de tratados desiguales bajo la amenaza de guerras, invasiones y destrucción, el Imperio 清 Qīng (1636-1912 e.c.) había conseguido rejuvenecer levemente. Aunque en el extranjero no se percibía claramente, en China los diplomáticos y generales sabían que en poco tiempo podrían no solo contener invasiones extranjeras, sino también evitarlas directamente e incluso evitar la necesidad de firmar nuevos tratados desiguales. Incluso había una facción de reformadores que creían que era cuestión de tiempo para que el Imperio 清 Qīng pudiera disputarles a las potencias de la época lo que les habían robado 20 años antes. Aunque a finales del siglo XIX los tratados desiguales parecían estar llegando a su fin, China tuvo que volver a soportar la humillación a principios del siglo XX.

El día que casi se desató la Tercera Guerra del Opio

Desde la Segunda Guerra del Opio (1856-1860), la perjudicial droga se había legalizado mediante la firma de un tratado desigual y causaba estragos en gran parte del país. El Movimiento de Autofortalecimiento (1861-1895) liderado por el gobernador 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng estaba consiguiendo crear un nuevo ejército fuerte, moderno y disciplinado. Desde la perspectiva de este administrador imperial, sería cuestión de tiempo para extender las reformas a otras áreas, como las educativas, comerciales y administrativas para conseguir equiparar a las potencias europeas.

En la década de 1860, la tensión entre el pueblo chino y los extranjeros que trabajaban en las zonas concesionadas por los tratados desiguales no hacía más que aumentar. En parte esto se debía a que muchos chinos asociaban a todos los europeos con la venta de opio, en parte porque había fuertes grupos de misioneros que estaban convirtiendo a muchos chinos al catolicismo y en parte porque cualquier edificio europeo en territorios cedidos mediante los tratados desiguales se percibía como un intento de colonización. 

Entre la población de 天津 Tiānjīn comenzaron a circular extraños rumores sobre las actividades de los misioneros extranjeros. Había incluso rumores que decían que los niños huérfanos a los que la iglesia daba cobijo eran asesinados para producir un extraño medicamento extranjero a partir de sus ojos, que se vendía a gran valor en los mercados europeos. El miedo entre la población aumentó luego de que un gran número de niños del orfanato de la iglesia fallecieran a raíz de una enfermedad contagiosa. Muchos locales creyeron que la “enfermedad contagiosa” era una excusa y que los rumores eran ciertos.

En el verano de 1870, la tensión aumentó en 天津 Tiānjīn y un día un grupo de locales furiosos atacó la iglesia. Lo que empezó como una protesta contra los ventanales del edificio pronto se transformó en una pelea entre locales, unos atacando el edificio y otros, convertidos al catolicismo, saliendo del edificio para protegerlo. En poco tiempo las agresiones aumentaron y los chinos convertidos fueron golpeados hasta la muerte. La turba furiosa, al entrar en la iglesia no distinguió entre chinos y extranjeros, lo que dejó un conteo de 60 muertos y un edificio francés destrozado. 

El incidente desencadenó un gran conflicto diplomático que casi causa la guerra. Las autoridades chinas reconocieron la gravedad del incidente y supieron actuar correctamente. Mientras evitaban un conflicto militar o que Francia utilizara el ataque como pretexto para imponer nuevos tratados desiguales, se juzgó a los culpables y se ofreció una disculpa formal y una indemnización a las familias de los extranjeros fallecidos. Autoridades de 天津 Tiānjīn fueron apartadas de su cargo por no evitar la escalada de tensiones que acabó en la tragedia.

El segundo día que casi se produjo otra Guerra del Opio

El imperio 清 Qīng (1636-1912 e.c.) se encontraba constantemente bajo la amenaza de una nueva guerra colonial que llevara a la firma de nuevos tratados desiguales. Esto se debía en parte a que en los territorios de concesión se aplicaban las leyes extranjeras y no las chinas, lo que permitía semi-esclavizar a la población local.

En 1874, el gobierno británico destinó al diplomático Augustus Raymond Margary a la concesión británica de 上海 Shànghǎi. Como parte de su trabajo, Margary tenía que ocuparse de explorar nuevas rutas comerciales entre la colonia británica de India y China, para conseguir que el opio penetrara en las zonas interiores del país. Por esta razón, realizó un viaje terrestre de más de 2.900 kilómetros desde 上海 Shànghǎi hasta las fronteras del Sur, relevando el terreno y diseñando posibles rutas. Este viaje había sido acordado con las autoridades chinas, que velaban por su seguridad, encargándose de que las comunidades locales no agredieran a la comitiva de Margary.

En el viaje de vuelta, Margary recibió el rumor de que la ruta acordada con el gobierno 清 Qīng no era segura, ya que muchos chinos habían descubierto que el diplomático británico buscaba crear nuevas rutas para el opio, lo que causó un gran malestar. Por esta razón, Margary decidió cambiar su itinerario y atravesar una ciudad no acordada, sin cotejar con las autoridades imperiales si los rumores eran ciertos, ni avisando al gobierno de la nueva ciudad por la que transitaría.

El 21 de febrero de 1875, en 腾冲 Téngchōng, en la provincia de 云南 Yúnnán, Margary y sus intérpretes chinos se vieron envueltos en una gresca con los locales. Al verse rodeados por campesinos furiosos, Margary se mostró agresivo, lo que desencadenó una pelea que acabó con la vida del diplomático británico y sus intérpretes. Pronto el embajador británico presentó una protesta a las autoridades imperiales y se desencadenó un nuevo conflicto diplomático. De hecho, Gran Bretaña amenazó con iniciar una campaña militar sobre China. 

Al igual que había ocurrido 5 años antes con el conflicto con Francia, los administradores chinos supieron castigar a los culpables, ofrecer disculpas, otorgar una pensión a la familia de Margary y conseguir evitar una nueva guerra. El propio 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng participó en una serie de charlas diplomáticas en las que no solo se consiguió llegar a un acuerdo diplomático, sino que también se firmaron algunos convenios beneficiosos para ambos países. Los días en los que chinos y extranjeros no lograban comprenderse parecían estar llegando a su fin. Los nuevos diplomáticos chinos entendían la forma europea de hacer diplomacia y las tropas modernas chinas imponían el suficiente respeto como para que ninguna nación creyera que China era un objetivo fácil de invadir. Tan solo restaba estabilizar el país para evitar las peleas entre chinos y extranjeros.

Educación para los chinos

Con las tropas chinas en pleno proceso de formación y con las fábricas militares trabajando a gran velocidad, 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng comenzó a enfocarse en el siguiente punto importante de las reformas: la educación. El gobernador era un ferviente creyente en la importancia de formar a nuevos profesionales, razón por la cual fundaba institutos de formación y promovía becas para que chinos estudiaran en el extranjero.

No todos los planes de reforma educativa fueron tan buenos como 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng esperaba y se encontró resistencia en los lugares menos esperados. Junto con otros reformadores propuso que se cambiara los exámenes militares y que se tomara exámenes de matemáticas a los candidatos. Por desgracia, la corte imperial no aprobó la modificación, en parte justificándose en que muy pocos candidatos tenían los suficientes conocimientos en matemáticas como para pasar los exámenes propuestos por 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng. Claramente el gobernador tenía mucha razón al pedir estos cambios.

En 1872, 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng consiguió que se becara a un grupo de estudiantes chinos para que viajaran a Estados Unidos. Esto formaba parte de un acuerdo firmado entre ambos países en 1868, en el que las universidades estadounidenses se comprometían a aceptar estudiantes chinos. Algunos estudiantes chinos consiguieron anotarse en algunas universidades estadounidenses, y hasta los hubo que destacaron en deportes típicos de Norteamérica como el béisbol. Sin embargo, cuando un grupo de cadetes chinos viajó al continente americano para inscribirse en la armada, fueron rechazados, a pesar de que el tratado de 1868 estipulaba expresamente que los estudiantes militares chinos podían unirse a la formación militar estadounidense. 

Devolver el tratado desigual

Hasta 1875, los tratados surgidos de los conflictos con extranjeros no eran perniciosos para China, pero nunca llegaban a ser especialmente ventajosos. Los administradores imperiales estaban ansiosos de probar el poderío de las nuevas tropas y las capacidades de los nuevos diplomáticos en una situación que, años atrás habría sido desventajosa para China.

Luego de las Guerras del Opio, el Imperio Ruso había aprovechado para hacerse con diversos territorios del Norte de China, ocupando la zona militarmente, estableciendo unilateralmente una nueva frontera y forzando a la corte imperial a aceptar sus tratados desiguales. En la provincia de 新疆 Xīnjiāng había una zona de gran tensión ocupada por tropas rusas. La región estaba habitada principalmente por la etnia 柯尔克孜族 Kē ěr kè zī zú, kirguís, de tradición musulmana. Los kirguís se resistían a la ocupación rusa y había constantes conflictos en los que soldados rusos intentaban evitar los ritos musulmanes o algunas tradiciones kirguís y los locales los enfrentaban. 

En esta zona de conflicto ocupada, los administradores chinos vieron una oportunidad de recuperar su tierra. Charles George Gordon, quien estaba contratado como asesor militar y diplomático por el gobierno chino aconsejó a los generales y diplomáticos cómo debían proceder para forzar una devolución del territorio sin provocar una guerra. Las tropas más modernas de China se posicionaron cerca de la frontera y comenzaron a realizar todo tipo de ejercicios militares, en los que era evidente su gran formación y cantidad de armamento.

En 1880, el Imperio 清 Qīng recibió gran cantidad de armamento de última generación comprado en el extranjero. El armamento incluía 260 de los mejores rifles de la época, piezas de artillería e incluso varios torpedos para los nuevos barcos a vapor fabricados en el país. Para las maniobras en la frontera de la provincia de 新疆 Xīnjiāng con Rusia, se compraron expresamente rifles alemanes, que por esa época tenían un gran prestigio, con los que se equiparon a las tropas.

Además de los agresivos movimientos militares en territorio chino, se recomendó a los gobernadores locales relajar el control sobre la etnia kirguís, permitiéndoles practicar su religión y sus tradiciones y hasta ofreciéndoles unirse al ejército para participar en la liberación de su tierra.

Los analistas rusos temieron un gran conflicto militar con el Imperio 清 Qīng, y más importante, temieron perder una guerra, lo que podría acabar con la imagen del Imperio Ruso no solo en Asia, sino también en Europa, relegándolo a una posición inferior y tal vez hasta transformándolo en la nueva tierra a repartirse entre las potencias coloniales. En 1881, diplomáticos chinos viajaron a San Petersburgo donde se firmó un tratado de paz, en el que el Imperio Ruso devolvía las tierras de 新疆 Xīnjiāng ocupadas y ambos países acordaban las fronteras.

El Imperio Ruso esquivó una gran bala aquel año y el Imperio 清 Qīng demostró que los planes de modernización estaban dando por fin sus frutos. Habían pasado no más de 20 años y China había pasado de ser una nación invadida y explotada a alzarse como una nueva potencia regional y tal vez mundial. Los analistas europeos vieron esto como una victoria diplomática china y comenzaron a poner sus ojos en Rusia. Negociando y evitando conflictos, el Imperio Ruso intentó prolongar su imagen de fortaleza hasta la Guerra Ruso-japonesa en 1904, cuando fue terriblemente derrotado por Japón.

Mayores desafíos por delante

La diplomacia china de finales del siglo XIX era un constante ir y venir de amenazas de invasión y firma de tratados que normalmente eran perjudiciales para el país. Sin embargo, algunos grandes diplomáticos comenzaron a fijarse en la fortaleza china. En 1879, el expresidente estadounidense Ulysses S. Grant visitó China con motivo de una gran gira diplomática mundial. Se entrevistó con 李鸿章 Lǐ Hóngzhāng y discutieron sobre las amenazas que caían sobre China por parte de las potencias extranjeras. El expresidente llamó la atención sobre Japón, que estaba progresando al mismo ritmo que China y parecía tener intenciones expansionistas hacia China, primero con las Islas Ryukyu y luego con la isla china de 台湾 Táiwān. En la isla china se acababa de establecer una moderna minera nacional que extraía carbón para los buques de guerra chinos, un material que los barcos japoneses ansiaban.

Grant también se manifestó en contra de cómo los extranjeros vivían en las concesiones chinas a base de explotar a la población local, e incluso llegó a compararlo con la esclavitud para demostrar su desaprobación. Desde su punto de vista, ese maltrato al pueblo chino era inhumano y lo único que conseguía era alimentar más el odio chino a los extranjeros, lo cual llevaría inevitablemente a conflictos que acabarían con la vida de muchas personas. 

En 1884, las tropas francesas, que no comprendían que China ya no era aquella nación fácil de invadir y explotar comenzaron a marchar en dirección Norte desde Vietnam, conquistando zonas de protectorado chino y amenazando con cruzar la frontera. Al otro lado de los muros chinos, los esperaba el ejército del mundo más deseoso de proteger su tierra. 

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4 comentarios

  1. Muy bueno. Bien explicada muy clara las guerras del opio. Entiendo que explican la guerra de los "boxer"?. Me gusta tanto la historia de China y sus relaciones internacionales. Bien!!

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    1. Muchas gracias! No fue fácil intentar relacionar todos estos eventos históricos en un artículo no muy extenso. Todos estos últimos artículos, y los próximos que vendrán en la serie, justamente nos permitirán entender la guerra de los "boxer". Nos alegra mucho ver que conoce tanto de la historia de China. Con el éxito de las fábricas militares, la diplomacia y la guerra con Francia podría parecer que el gobierno imperial consiguió rejuvenecerse y ganarse el respeto de las potencias de la época. Sin embargo, nada está más lejos de la realidad, pocos años después, al verse superados, las potencias coloniales se unirán para derribar juntas a China. Parecía un final demasiado bueno para los tratados desiguales, lamentablemente todavía le quedaban décadas de tratados desiguales.

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  2. Interesante, es parte de la historia del país de mi viejo, un immigrante Chino que nació durante los últimos anos de la época dynastia. Gracias por publicar esa parte de la historia

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  3. Siempre nos alegra ver que siente interés por la tierra de sus ancestros. Continuaremos esta serie histórica hasta llegar a la actualidad, pero a su vez publicaremos otros artículos sobre esta y otras dinastías chinas.

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