" Una preservación excepcional

Una preservación excepcional

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De todas las especies que han existido en la Tierra, solo una pequeña fracción de ellas se preserva como fósil. La gran mayoría de estos fósiles corresponden tan solo a partes duras como huesos, dientes, valvas, troncos y demás. Por si fuera poco, estas partes duras aparecen la mayoría de las veces rotas, con fragmentos faltantes y desordenadas. Es la tarea del paleontólogo encontrar, extraer, preservar y estudiar estos fósiles, para conseguir dilucidar cómo fue la vida en el pasado y cómo ocurrió el proceso evolutivo. Por fortuna, los restos fósiles no siempre son un mar de huesos rotos.

Cuando la fortuna acompaña

Existen unos pocos yacimientos paleontológicos en todo el mundo cuyos animales y plantas presentan una preservación excepcional, con un nivel de detalle único. En estos yacimientos las partes duras del animal suelen aparecer en su posición anatómica, es decir, ubicadas unas respecto a otras como las poseía el animal en vida. Los animales suelen estar completos o tan solo con pequeñas partes perdidas. Pero lo más impresionante de todo es que pueden fosilizarse partes blandas del animal, como la piel, los músculos, plumas y partes orgánicas como las uñas. Este tipo de yacimientos es una mina de oro para los investigadores, porque revela detalles que normalmente no se preservan. 

Gansus un ave fósil de hace 120 millones de años. A pesar de tener delicados huesos huecos, el animal está entero y sin grandes fracturas.

Debido a las raras condiciones en las que un ser vivo se puede preservar tan bien, no todos los países del mundo cuentan con estos yacimientos de preservación excepcional. Tan solo unos pocos países han tenido la suerte de contar con más de un yacimiento; por esta razón, los más de 10 yacimientos de preservación excepcional de China son un caso realmente extraordinario.

Preservación excepcional en China

Los yacimientos de preservación excepcional en China no solo impresionan por el gran detalle de sus fósiles, sino también por su gran cantidad e importancia. El estudio de los fósiles descubiertos en los principales yacimientos ha contribuido enormemente a nuestro entendimiento sobre el origen de la vida pluricelular y la evolución de muchos grupos. Dos de los yacimientos son especialmente famosos y siempre son mencionados en los manuales de paleontología de todo el mundo: los esquistos de 帽天山 Mào tiān shān y la Formación 义县 Yìxiàn.

El sombrero del cielo

Cuando se habla de preservación excepcional, uno de los grandes sitios paleontológicos del mundo se encuentra en la provincia sureña de 云南 Yúnnán. En esta provincia se ubica la 帽天山 Mào tiān shān, montaña Sombrero del Cielo. Las rocas de esta montaña, clasificadas como esquistos, son muy particulares, porque se rompen formando lajas y en su interior albergan un gran número de fósiles de preservación excepcional. 

Ubicación de la provincia de 云南 Yúnnán.

Los animales de estos esquistos son tan exóticos como difíciles de interpretar. Ninguno de estos animales es fácilmente reconocible, y no se trata de un problema de falta de detalle en los fósiles, sino todo lo contrario, el problema radica en la gran definición de los detalles. Los fósiles presentan tal nivel de detalles, que en muchos casos no existen dudas de que se trata de grandes grupos de animales extintos que no han dejado descendientes. Estos grandes grupos conforman una clasificación biológica llamada phylum. Un phylum es un gran conjunto de seres vivos estrechamente emparentados por poseer determinadas características que han heredado de un antepasado. Por ejemplo, los mamíferos pertenecemos al phylum Chordata, un grupo que se caracteriza por el desarrollo de una estructura proteica que recorre el cuerpo de punta a punta y permite el anclaje de grandes músculos locomotores. En muchos Chordata esta estructura es reemplazada por una osificación llamada columna vertebral. ¿Por qué impresiona tanto a los paleontólogos la presencia de un phylum extinto? Imaginemos como sería la vida en la Tierra si el phylum Chordata se hubiera extinto hace 522 millones de años: no existirían los peces, ni los anfibios, ni los reptiles, ni las aves ni los mamíferos entre otros. Algunos de estos grupos se extinguieron y solo sabemos de su existencia por las rocas como las de 帽天山Mào tiān shān.

Todo en 帽天山 Mào tiān shān es impactante. No tan solo se han preservado grupos de exóticos animales extintos, sino también que se trata de animales del periodo Cámbrico, hace más de 522 millones de años. Hace 522 millones de años no solo no existían animales como mamíferos, reptiles o aves, sino que la tierra firme aún no había sido colonizada y las plantas aún no existían. La gran mayoría de la vida animal ocurría asociada al fondo de los mares. Todavía no habían evolucionado los primeros peces, por lo que la columna de agua estaba mayormente deshabitada, tan solo con algunas medusas y otros pequeños artrópodos nadando.

Leanchoilia, un artrópodo marino sin descendientes actuales.

Los únicos animales similares a peces eran como Yunnanozoon. Este pequeño nadador de pocos centímetros parece ser nuestro antepasado, los animales pertenecientes al phylum Chordata. Aunque muchas características que son muy comunes en nosotros aún no habían evolucionado, se intuyen precursores de la columna vertebral, dientes, estómago, cola y ojos entre otros. Los fósiles de Yunnanozoon esconden parte de la respuesta a la pregunta ¿de dónde venimos? 

Yunnanozoon, nuestro antepasado chino.

El condado de la justicia

El otro gran famoso yacimiento de preservaciones excepcionales de China se encuentra a 2.800 kilómetros, en la norteña provincia de 辽宁 Liáoníng. En esta provincia se encuentra la formación geológica 义县 Yìxiàn, Condado de la justicia, un grupo de rocas que preserva otro gran conjunto de fósiles impactantes. Los animales preservados en estas rocas eran tan bellos que durante generaciones se habían extraído como curiosidades. 

Ubicación de la provincia de 辽宁 Liáoníng.

Entre los años 1932 y 1945, Japón invadió el norte de China e instauró el 伪满洲国 Wěi Mǎnzhōu guó, Reino Títere de Mǎnzhōu. La frontera sur de este reino títere se ubicaba sobre el tramo de la 长城 Cháng chéng, Gran Muralla, de la provincia de 辽宁 Liáoníng. Durante este nefasto período, algunos científicos japoneses extrajeron fósiles. Pero no fue hasta 1949, cuando el Partido Comunista Chino organizó las primeras campañas paleontológicas, que empezó un estudio sistemático del yacimiento.

Desde entonces los científicos chinos desenterraron y estudiaron gran cantidad de fósiles. Sus descubrimientos revolucionaron la paleontología, especialmente por sus hallazgos de dinosaurios emplumados increíblemente preservados del periodo Cretácico, hace aproximadamente 125 millones de años, como por ejemplo Confuciusornis. El estudio de estos fósiles contribuyó a conformar la teoría más aceptada hoy en día sobre la evolución de las aves: son un grupo de dinosaurios. 

Fósil de Confuciusornis que preserva las plumas.

Un estudio excepcional

Contar con yacimientos de preservación excepcional es una suerte que no todos los países pueden tener. Pero, además los científicos chinos, en las últimas décadas, han trabajado incansablemente para preservar su patrimonio paleontológico, estudiarlo y divulgarlo. El trabajo científico se beneficia de un clima de paz y prosperidad, además, desde luego, de un apoyo estatal a la investigación. El patrimonio paleontológico de un país es una parte invaluable de sus recursos naturales, y como tal debe ser preservado, valorado y difundido. Este espectacular tipo de yacimientos chinos aún esconden muchos secretos que esperan ser descubiertos. Deberemos quedar expectantes a las próximas noticias paleontológicas chinas.

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